En palabras de Efraín Poot Capetillo, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, el “chapulineo” político que se observa con mayor frecuencia en estos tiempos es apenas la punta del iceberg de un amplio fenómeno.
Más allá del interés personal o el oportunismo individual de los protagonistas de ese “chapulineo”, el investigador del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” atribuye esos movimientos a las limitaciones que ya muestra el sistema de representación política en el país.
“Creo que estamos ante un momento muy definitorio en el sistema de partidos en México, que también va a llevar a un replanteamiento del sistema electoral en su conjunto”, subraya. “¿Qué les queda a los partidos? O se renuevan, se actualizan, revisan sus planteamientos tanto ideológicos como de carácter material y sus ejercicios de gobierno, o desaparecen”.
Si bien es una antigua expresión de la política, en Yucatán el “chapulineo” ha sido más frecuente a partir de 2018. Ese año, como informamos en su oportunidad, en PAN y PRI hubo desprendimientos de grupos que reforzaron a Morena. Este año se intensificaron los saltos de partido, más notorios en priistas, que ven en el partido guinda una oportunidad de llegar al poder o continuar en él.
Durante una entrevista, el maestro Poot Capetillo indica que los partidos desempeñan un papel determinante en el sistema de representación política y lo que se ve ahora tiene antecedentes en dos etapas: la primera es de la época en que existía un partido hegemónico, un partido de Estado, y no había competencia electoral. Sí había transfuguismo a otras organizaciones, pero era solamente para “mostrar músculo”, preparar el terreno y regresar al partido con crecimiento y cuotas.
Después, abunda, se inició la etapa en que había competencia electoral y los transfuguismos empezaron a ser frecuentes hacia fuerzas opositoras que resultaban como refugio para quienes ya no tenían modo de continuar en el partido mayoritario, sobre todo porque los espacios de poder y los cargos se repartían discrecionalmente.
El investigador del “Hideyo Noguchi” recalca que pasadas ambas etapas los partidos políticos cayeron en lo que muchos llaman partidocracia, dejaron de responder a los intereses de sus bases y de los ciudadanos que votaban por ellos.
Partidos han perdido la fuerza
“Sus programas se fueron desdibujando, dejaron de tener fuerza y de ser atractivos porque en el ejercicio de los cargos de poder se fueron desgastando y perdieron el enfoque”, apunta. “No fueron autocríticos para entender que algunas acciones de gobierno estaban generando desilusión y en muchos casos desencanto en sus resultados. No fueron capaces de actualizar sus programas y propuestas, no fueron capaces de revisar sus planteamientos de carácter ideológico…”
El analista político añade que los partidos políticos creados antes de la etapa de competencia electoral y de la alternancia, en todos los niveles de gobierno, fueron dejando de lado el pulso de la sociedad y se dedicaron exclusivamente a tratar de conquistar el mayor número posible de cargos.
“Comenzaron a depender, más que de las fuerzas alcanzadas o las cuotas partidistas, de los recursos del Estado”, puntualiza, “Esto los desdibujó, perdieron de vista que el éxito en la etapa anterior había sido conectarse con las demandas de la sociedad”.
En alusión a las coaliciones políticas, señala que los partidos Verde y del Trabajo, que forman parte de la 4T que encabeza Morena, son partidos que se crearon antes de las alternancias electorales y también tienen que revisar sus programas y propuestas, que parecen anquilosadas.
“El Partido Verde y el PT necesitan replantearse. Son aliados estratégicos de un grupo que ha resultado mayoritario porque es el que está siendo la caja de resonancia de la diversidad, de la inclusión, no de todos los sectores, porque hay que señalar que muchos sectores de la sociedad están en contra y simpatizan con el Frente Amplio por México, pero tiene un apoyo amplio y popular que puede reflejarse en diversas cuestiones”, enfatiza.
Morena, un atractivo político
Más adelante señala que muchos disidentes (“chapulines”) observan que sus partidos no satisfacen sus intereses, que pueden ser de carácter personal o de oportunismo, pero detrás de cada liderazgo hay grupos con otros intereses, propuestas, reclamaciones que no ven atendidas y deciden emigrar. Por lo general ven a Morena como un atractivo y con potencial avance que puede ser el “futuro inmediato”.
Hace notar que esto es una manifestación del realineamiento de las fuerzas políticas en el ámbito federal, en las entidades federativas y en los municipios, que cobró fuerza desde las elecciones de 2018 y ha representado un debilitamiento significativo del PRI.
También dice que ante este enorme retroceso, el PRI tiene en el Frente Amplio por México una tablita de salvación, lo mismo que “para lo que queda del PRD”. En el caso de Morena y sus aliados, insiste en que el PT y el Partido Verde necesitan un replanteamiento interno.
Sobre los fundadores de Morena en Yucatán, que han manifestado su desacuerdo con la llegada de tránsfugas de PAN y PRI, el entrevistado afirma que todos los partidos han pasado por una etapa fundacional apoyada por cuestiones de carácter ideológico y pragmático y luego entran a una fase de burocratización, cuando empiezan a tener más cargos públicos y a priorizar este tema, porque de allí se derivan los recursos para la sobrevivencia.
Después viene la etapa de la profesionalización, con “cuadros” especializados para el ejercicio de gobierno y para la estructura de organización interna.
“Algunos le han llamado la cartelización, pero no como un cartel del narco sino la cartelización en términos económicos, es decir, que los intereses están monopolizados por el recursos estatal para sobrevivir”, añade.
“Sí hay gente que se siente desplazada y dice que se ha roto el alma pegando carteles y llega alguien de fuera, que hasta pudo haber sido su enemigo, y le piden que vote por él. Y ocurre tanto con la 4T como con el Frente Amplio”.
No habría alianza en Yucatán
En su opinión, en Yucatán no se concretará la alianza que han formalizado en el ámbito nacional los partidos del Frente Amplio por México y por eso el PAN adelantó la decisión sobre la persona que encabezará la estrategia electoral local.
“Más allá de alianzas contra natura, son cuestiones que están muy relacionadas con el sistema de representación política”, reitera. “Esto nos dice que es necesario contar con un nuevo sistema de partidos al igual que con un nuevo sistema electoral, porque ya vimos que la fórmula de convertir votos en cargos deja insatisfechos a muchos. Entonces, es inminente una reforma profunda”.
Se deslindan de Morena
Por otro lado, dos ex dirigentes de cámaras empresariales, un ex funcionario estatal y dos exalcaldes se deslindaron del “Acuerdo de unidad para la transformación” que promueve la 4T: dijeron que ni lo suscribieron ni estuvieron en el acto en que fue presentado.
“No, no lo firmé”, subrayó, categórico, el empresario gasolinero José Manuel López Campos, ex presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco).
En el mismo sentido se pronunció Carlos Medina Rodríguez, ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi).
Manuel Carrillo Esquivel, ex director de la Japay, y Manuel Aguilar Pech e Irvin Pisté Canul, ex alcaldes de Telchac Pueblo y Kinchil, respectivamente, también se desmarcaron del evento morenista y del acuerdo político en el que se mencionan sus nombres.
Ayer publicamos que durante un evento masivo en Valladolid, que encabezaron Claudia Sheinbaum Pardo, coordinadora de los comités de defensa de la 4T, y Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de Morena, se presentó el acuerdo y se dieron a conocer los nombres de los supuestos firmantes. Varios de éstos pasaron a estampar sus rúbricas.
Ni estaban enterados
José Manuel López y Carlos Medina manifestaron a un reportero de este periódico que desconocen los motivos por los cuales se incluyeron sus nombres, junto con los cargos que han ocupado, ya que ni siquiera estaban enterados del documento y mucho menos asistieron a la reunión en Valladolid.
López Campos afirmó que tampoco fue invitado.
Medina Rodríguez dijo que anteayer viajó a Chapala, Jalisco, por motivos personales y recalcó que nunca suscribió el pacto en el que lo involucran.
El ex presidente de la Canadevi señaló que a él si lo habían invitado al evento, no a la firma, pero en ningún momento pensó en asistir porque está participando en actividades de cámaras empresariales y se mantiene al margen de los asuntos de política partidista.
“Lo que puedo decir es que no asistí y tampoco firmé nada”, insistió.
Otro que no sabía
Carrillo Esquivel declaró, por escrito, que tampoco estuvo en Valladolid ni firmó carta alguna.
“Debe tratarse de alguien que dio mal el dato o de alguna confusión con otra persona”, apuntó. “Hay un (ex) alcalde de Umán de nombre Manuel Carrillo Paredes. No sé si él estuvo ahí y quizá se pudieron confundir”.
La mención del exfuncionario no fue resultado de una confusión. Su nombre estuvo en un vídeo que se proyectó en el acto morenista y en una lista que distribuyó posteriormente la oficina de prensa de Claudia Sheinbaum.
Se cita textualmente el cargo que ocupó: “Ex director general de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán”.
El aludido reiteró al Diario que no firmó tal documento y agregó que actualmente está dedicado al ejercicio de su profesión —es doctor en Economía y Políticas de Desarrollo— y no está involucrado en política.
Fuente: Diario de Yucatán