El “efecto Trump” ya golpea los esfuerzos climáticos
Ante el regreso de Trump, los seis mayores bancos de EE.UU. abandonaron la Alianza Bancaria Cero Emisiones para la neutralidad carbónica
La inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca amenaza con dinamitar la política climática de Estados Unidos y ha empezado a tener efectos en el panorama mundial, donde bancos y multinacionales ya han dado pasos atrás en sus esfuerzos medioambientales.
El magnate neoyorquino revirtió avances para la lucha climática en su primer mandato (2017-2021), con la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París y la revocación de cerca de un centenar de normas ambientales, y esta segunda presidencia no augura un escenario más favorable.
Durante la campaña electoral, prometió favorecer los combustibles fósiles (“perforar, cariño, perforar”, dijo en un mitin en octubre en referencia a la expansión del sector del petróleo) y relajar las regulaciones, para dar marcha atrás a muchas de las medidas del todavía presidente, Joe Biden.
Biden, además de devolver a Estados Unidos al Acuerdo de París, aprobó unos 370 mil millones de dólares para el clima a través de la Ley de Reducción de la Inflación, destinó ayudas a los coches eléctricos y se comprometió a reducir las emisiones entre 61 y 66 por ciento para 2035.
Esta última meta fue anunciada después de la victoria de Trump en las urnas, en medio de una carrera contra el reloj para tratar de ampliar y proteger su legado climático.
La semana pasada, Biden anunció una orden ejecutiva para prohibir las perforaciones de petróleo y gas en las costas de Estados Unidos, que el presidente electo ya ha prometido revocar “inmediatamente”.
A pesar de que los demócratas han intentado enviar mensajes de calma sobre el futuro climático de Estados Unidos y el jefe de la delegación del país en la COP29 de Bakú, John Podesta, dijo en la cita que no cree que la política implementada por Biden sea “reversible”, el fantasma de Trump ya tiene un impacto palpable.
“Efecto Trump” en las finanzas verdes
Al igual que grandes tecnológicas como Meta están revisando sus programas de verificación y sus políticas de conducta, el “efecto Trump” se nota en las finanzas verdes.
Los seis mayores bancos de Estados Unidos -JP Morgan, Citigroup, Bank of America, Morgan Stanley, Wells Fargo y Goldman Sachs- han abandonado la Alianza Bancaria Cero Emisiones (NZBA en inglés), un grupo internacional de entidades financieras comprometidas con la neutralidad carbónica impulsado por Naciones Unidas.
La semana pasada, la mayor gestora de activos del mundo, BlackRock -a la que once estados republicanos habían demandado por su agenda climática-, siguió sus pasos y abandonó la iniciativa NZAM, una coalición similar en el sector de la gestión de activos.
Tras la salida de BlackRock, la NZAM anunció la suspensión de sus actividades para “revisar” su iniciativa ante “los recientes acontecimientos en los EE.UU. y las diferentes expectativas regulatorias y de los clientes”, explicó en un comunicado.
En el sector de la energía, grandes petroleras frenaron su apuesta por las renovables en 2024, y la llegada de Trump podría reforzar esa tendencia: BP relegó en diciembre sus proyectos de eólica marina a una empresa conjunta (‘joint venture’) con una empresa japonesa y redujo su inversión en energías verdes.
Tampoco se auguran tiempos fáciles para las negociaciones climáticas, y esta misma semana los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no lograron alcanzar un acuerdo para acabar con las ayudas públicas a los combustibles fósiles.
Los nombres anunciados para el nuevo gabinete de Trump refuerzan el giro de la política climática estadounidense.
El próximo administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) será el excongresista por Nueva York, Lee Zeldin, que en el pasado apoyó la expansión de los combustibles fósiles y la construcción de nuevos oleoductos.
Conocidos negacionistas del cambio climático estarán al frente de Energía (Chris Wright, fundador de una de las mayores empresas de fracturación hidráulica del mundo) y de Agricultura y Ganadería (Brooke Rollins), y su futuro secretario de Transporte, Sean Duffy, calificó la política de Biden para promover los coches eléctricos como “estúpida”.
“Ni siquiera creen que el cambio climático es real. Creo que vienen de otro siglo, están equivocados. Es la mayor amenaza existencial para la humanidad”, defendió Biden esta semana.
El movimiento ecologista de Estados Unidos ha prometido combatir las políticas de Trump en los tribunales.
Los próximos cuatro años dirán qué impacto tiene finalmente el regreso del magnate a la Casa Blanca.
Con información de EFE
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Fuente: López Dóriga Digital