El gol le enseñó a vivir a Julián Quiñones
Ésta es la historia de un chico pobre de Colombia que salió de un entorno complicado por las porterías de futbol.
Desde los 17 años la carta de presentación de Julián Quiñones han sido los goles. En su primera oportunidad para dedicarse al futbol, el colombiano dejó asombrados a los visores con cuatro soberbias anotaciones.
Julián Andrés nos llegó de un pueblo muy lejano, Magüí Payán. En la prueba de aquel día hizo cuatro goles y de inmediato resolvimos dejarlo. Recuerdo que era un chico muy trabajador, no sólo en la parte técnica, sino en la física, no salía del gimnasio”, comparte en entrevista con Excélsior, César Valencia, presidente y propietario del club que condujo a Quiñones al profesionalismo, el CD La Paz.
Quiñones daba señales de ser un fuera de serie, aunque su entorno -como el de la mayoría de niños y jóvenes de la academia- no era alentador fuera de las canchas al provenir de regiones golpeadas por la pobreza y la violencia de los grupos guerrilleros de Colombia.
El Club Deportivo Futbol La Paz está al sur de la ciudad de Cali. Estamos en el Departamento del Valle, y él era procedente del sur del país, en la frontera con Ecuador. A Magüí Payán se puede llegar por carretera, pero generalmente se entra o sale por el mar. Son como 18 horas.
En esa zona la situación no es fácil, son lugares de alto riesgo en Colombia, permanentemente está la guerrilla y el reclutamiento. La familia de él no era de tantos recursos, acá se le apoyó en todo: alimentación, casa club, indumentaria para entrenamientos y juegos. Todo se lo dimos”.
En talento y gratitud no se guardó. Comenzó a pagarle al humilde semillero con goles y títulos.
Es un apasionado del futbol, en el primer año queda goleador de la liga local y goleador de la nacional Sub 17. Fuimos el primer equipo de aficionados que lo ganó, porque generalmente lo captaban los equipos profesionales.
Hizo 57 goles en el torneo nacional, en uno de esos partidos marcó siete. Era el punta, teníamos buen equipo, pero obviamente Julián arriba era muy contundente, su capacidad física era impresionante para pisar el área”, presumió.
APOYO MATERNO
Pero algunos recuerdos de César Valencia son vagos sobre todo del núcleo familiar de aquel niño serio.
Conocí a su mamá, no sé del tema del papá, pero su madre era muy comprometida con él, llamaba permanentemente al club, venía a visitarlo varias veces y fue ella quien lo acompañó en esos tiempos”.
De los primeros maestros sobre la cancha, Valencia resalta que “no tengo duda de que Julián aprendió mucho en su pueblo, pero tuvimos a dos personas que trabajan muy bien en el tema futbol en nuestro club: el profesor Luis Eduardo Gómez y el profesor Diego Trujillo. Le ayudaron mucho a Julián, prueba de ello es cuando queda goleador Sub 20”.
Gracias a un convenio de Tigres y La Paz, los regiomontanos se hicieron de los derechos federativos del colombiano quien demostró ambición en sus préstamos con equipos de la Liga de Expansión MX, con Venados y Lobos BUAP.
Aunque la competencia interna lo opacó en su retorno con los Tigres, el delantero presumió su calidad en Atlas, con un bicampeonato y un subliderato de goleo en el torneo Clausura 2023.
Fuentes: Excelsior.