El sinaloense Ismael “El Mayo” Zambada estableció en la Península de Yucatán, incluso antes que los capos Alcides Ramón y Albino Quintero, una red de narcotráfico, cuyo centro de operaciones estaba en Valladolid, según documentos militares confidenciales cuyo contenido fue difundido por el periódico Reforma en octubre de 2002.
Según el texto publicado, “El Mayo”, además de liderar una presunta célula del Cártel de Juárez con influencia en Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Tabasco, estaba casado con Rosalinda D.G., “integrante de una de las familias más prósperas de Valladolid, con quien procreó dos hijos”.
En los archivos de Diario de Yucatán también hay registro, basado en testimonios de vallisoletanos y de militares, de que Ismael Zambada, quien fue detenido en Texas el jueves pasado, acudió a varias fiestas en Valladolid acompañado de su hermano Vicente, en la década de los 90.
“El Mayo” Zambada, de fiesta en Valladolid
Uno de esos festejos habría sido la fiesta de XV años de la que posteriormente fue su pareja, cuando alcanzó la mayoría de edad. Según los reportes, vecinos recuerdan que el capo llegaba a Valladolid proveniente de Cancún acompañado de otras personas.
Él y su hermano eran muy generosos en las invitaciones para comer y beber. También existe la anécdota de que llevó a un vallisoletano para que prepare cochinita en una de sus fiestas en Sinaloa, la cual finalmente fue interrumpida por agentes federales.
Además, los documentos militares difundidos en 2002 señalan que varios de los integrantes de la familia de Rosalinda eran integrantes activos del grupo que encabezaba “El Mayo” Zambada.
“El más involucrado en presuntas actividades del narcotráfico es Luis Alberto D.G., quien desde mayo de 1997 huyó del estado y, al parecer, está oculto en una ciudad de Estados Unidos“, precisa el expediente.
Cuñado de “el Mayo” habría matado a su hermano
Luis Alberto sería cuñado de Zambada García y, según la investigación, escapó no por temer a las autoridades, sino porque “se tienen indicios de que asesinó, el 5 de abril de 1996, a Vicente Zambada, hermano de ‘El Mayo’, en Cancún”. Cabe precisar que, de acuerdo con los archivos de Diario de Yucatán, el asesinato ocurrió el 5 de junio de ese año.
Vicente Zambada, quien aparentaba no tener vínculos con el narcotráfico, residía en Cancún y era dirigente del Sindicato de Transportistas de Carga (volqueteros), filial de la CTM. Según la versión oficial, Zambada García fue acribillado por dos sujetos desconocidos afuera de su domicilio.
“Uno de los gatilleros era Luis Alberto D.G., a quien al parecer Vicente Zambada le debía una fuerte suma de dinero, motivo por el cual habría sido asesinado”, refiere el reporte. Cabe mencionar que esta información también fue retomada por la periodista Anabel Hernández en su libro “El traidor”, que se basa en las memorias de Vicente Zambada Niebla, hijo de “El Mayo”.
Secuestran a vallisoletano en Cancún
Sin embargo, luego del asesinato del hermano de “El Mayo”, las primeras versiones que circularon fue que Luis Alberto D.G. fue secuestrado el jueves 6 de junio de 1996 junto con el ex agente de la Policía Judicial Damián C.P., cuando regresaban el velorio de Zambada García.
Fueron bajados del vehículo en el que iban y luego subidos a una camioneta Suburban con placas del Distrito Federal, para después desaparecer. “Contador quiere hablar contigo”, le dijeron, según publicó Diario de Yucatán el 8 de junio de 1996.
Luis Alberto D.G. estuvo casado con R.E.S., oriunda de Valladolid y con quien tuvo varias diligencias en los juzgados familiares en Mérida, en años posteriores a su supuesta desaparición. Según los archivos del Diario Oficial del Estado, en 2003 ella le pidió que cumpla con depositar $6,600 que adeudaba de pensiones alimenticias. En 2008, hubo procedimientos por el juicio de divorcio que ella promovió y en febrero de 2016, se realizaron trámites de jurisdicción voluntaria entre ambos.
Por otro lado, los documentos militares difundidos en 2002 señalan que “hay otros miembros de la familia D.G. que también han estado involucrados con el narcotráfico”. Entre ellos se menciona a T.N.E., detenida en 1994 en Chetumal por posesión de cocaína, y M.M., “El Papayín”, arrestado por posesión de armamento. El documento también nombra a V.M.D., “el Lobo”, entonces dueño de un restaurante en Valladolid; J.M.E., “el Chivo” y M.A.G.C., “el Bello”.
Operadores de “El Mayo” Zambada en Yucatán
“Se tienen indicios de que estas personas son quienes actualmente manejan la venta de droga en el oriente de Yucatán y que tienen relación estrecha con lugartenientes de Ismael Zambada, que a su vez operan en el resto de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y varios estados del centro y norte del país”, detalla el informe referido hace 22 años.
El expediente señalaba que había sospechas de que estas personas encubrían sus actividades con negocios ubicados en Valladolid, y no se descartaba su posible participación en la ejecución del diputado priista Pánfilo Novelo Martín, el 9 de enero de 2002 en la autopista Mérida-Cancún, junto con su hijo y su chofer.
Según los archivos de Diario de Yucatán, una de las líneas de investigación de ese crimen fue que el legislador tenía información privilegiada sobre actividades de narcotráfico en el oriente del Estado.
Ejecución de Pánfilo Novelo
En octubre de 2002 el Diario informó que el expediente del caso fue turnado a la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) de la PGR, “ya que las investigaciones realizadas sobre el caso por la Procuraduría estatal apuntaron a una ejecución planeada por un poderoso grupo delictivo que operaba en Cancún, ademas de que son muchas las evidencias que apuntan hacia el narcotráfico“.
El reporte de inteligencia publicado por Reforma establecía que Valladolid, por su cercanía con Quintana Roo y en particular con Cancún, servía como una especie de “bodega” de cocaína sudamericana, que llegaba a la costa Yucatán a bordo de embarcaciones sofisticadas.
Además, un informe confidencial de la PGR, publicado por la revista Proceso en abril de 1998, sostenía que “El Mayo” Zambada y otros narcotraficantes habían realizado actividades vinculadas con el comercio ilegal de drogas en contubernio con empresarios, agentes policíacos, militares y funcionarios de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.El informe de la PGR, elaborado a principios de 1997, basaba sus acusaciones en investigaciones del Ejército, la PGR, la Interpol y la DEA.
Fuente: Diario de Yucatán