domingo, enero 19

El problema para mejorar la red de agua: los recursos; señala director de la Japay

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El sistema de agua potable de la ciudad de Mérida es tan decadente, en su gran parte con 55 años de antigüedad, que ya no está ni para los remedios. Hay que renovarlo, le urge una cirugía mayor, afirmó el director de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (Japay), Francisco Torres Rivas.

“El problema es la gran cantidad de recursos que se requieren para esa cirugía. Vamos a trabajar para rescatarlo, pero es tanto que no creo que podamos terminar en este sexenio”, agregó el funcionario.

“Recibimos la Japay con un rezago significativo, especialmente en la atención a quejas ciudadanas sobre fugas de agua, así como falta de mantenimiento en cárcamos, plantas de tratamiento y zonas de captación”, dijo.

Según señaló, desde el primer día de su gestión se tomaron acciones, incluyendo visitas a las cuatro plantas potabilizadoras para un diagnóstico.

En entrevista con el Diario, Torres Rivas describió el estado actual de la infraestructura hídrica del estado, los retos a los que se enfrenta la dependencia y los planes para mejorar el servicio que presta a la ciudadanía, de lo cual informaremos en dos entregas.

En esta primera entrega el director de la Japay dio a conocer las condiciones en las que recibió la Junta de Agua Potable y las primeras acciones emprendidas.

Entre las primeras medidas el funcionario destacó la creación de la Gerencia de Conservación e Imagen, orientada a mejorar el acceso a las zonas de captación y la limpieza de áreas críticas, que tienen una vital importancia, pues se trata de más de 70 kilómetros de caminos internos que conectan estas instalaciones, particularmente en la planta Mérida 1 en Cuxtal, la cual abarca más de 600 hectáreas.

Acompañado de Patricia Vázquez Mújica, jefa de operaciones de las plantas de tratamiento; Martín Vivas Albornoz, gerente de producción, y Jorge Pinzón Mejía, gerente de distribución, quienes lo apoyaban en la información, Francisco Torres resumió que todo el sistema tiene cuatro plantas potabilizadoras, 28 carcamos, 113 sistemas independientes, 16 tanques elevados, 272 pozos profundos, 350 equipos de bombeo, 39 plantas de tratamiento, 20 instalaciones de rebombeo y más de cuatro mil kilómetros de redes de distribución.

“De todo esto, en condiciones ya deplorables a las que constantemente hacemos remedios, depende todo el servicio de suministro del agua potable mediante 400 mil contratos a un millón 200 mil personas las 24 horas del día, siete días a la semana. La cartera vencida es del 25%”, precisó.

Antigüedad en la Japay

“Estamos hablando de una infraestructura que en algunos casos tiene más de 55 años. Es necesario invertir para evitar fugas y desperdicio de agua, así como renovar un parque vehicular obsoleto, igual que redes de concreto, asbesto y cemento que ya apenas cumplen su función. Hay un complicado acceso entre hierbas a las plantas”, explicó.

Al entrar en detalles sobre cómo encontró las instalaciones al llegar al cargo, dijo que “tenemos que ir a trabajar a las instalaciones llenas de hierba, de basura, como lo constatamos con el gobernador en el recorrido por las cuatro plantas potabilizadoras que hicimos el primer día de este gobierno. Por eso se sugirió la creación de la nueva Gerencia de Conservación de Imagen”.

Citó que tienen más de 70 kilómetros de caminos interiores en las cuatro plantas potabilizadoras. Solamente en la planta Mérida 1, para tener idea de su extensión, hay más de 600 hectáreas de superficie y esto habla realmente del trabajo a realizar.

“Podemos decir que en cierta manera encontramos también cierta desorganización en todas las áreas, y hasta falta de materiales para poder atender el tema de las fugas”, añadió.

Quejas en la Japay

Al reconocer el director que existen numerosas quejas de los usuarios sobre fugas y la baja presión en diversas zonas de la ciudad, para abordar este problema insistió en que se realizan trabajos en zonas como la Nora Quintana, donde se efectúan labores de mantenimiento y reparaciones en los equipos de turbina vertical.

“Es un esfuerzo diario atender fugas, realizar mantenimiento a los equipos y responder a los reportes ciudadanos”, señaló, al estimar que les llevará entre mes y medio o dos meses más para estar al día y atender las llamadas de reportes de fugas rezagadas y otras averías que encontraron, ya que algunas incluso son de hace un año y no se habían atendido.

“Debemos de avanzar muchísimo y para estimular al personal, que tengo que reconocer realmente el trabajo y la labor importante que hacen los fontaneros, les pagamos horas extras. Pero ya ni por más horas extras que les pagues, hay que tomar en cuenta que no son máquinas, se cansan, y ahí seguimos”, comentó.

Torres Rivas reiteró que al problema de las fugas de agua se suma el aumento del parque vehicular que circula en calles ya también con mucho tiempo y antiguas, además de unidades pesadas como las del sistema de transporte Va y Ven. En sus paraderos es donde más se reportan problemas de daños a la red.

El entrevistado añadió que al asumir el cargo encontró también una falta de mantenimiento de los cárcamos en las plantas de tratamiento de las zonas de captación.

“Hace unos días (la madrugada del pasado miércoles) tuvimos un acto vandálico en la planta Mérida 1, donde robaron equipos de tres pozos. Afortunadamente reparamos los daños de inmediato, pero esto implica costos adicionales y refuerza la necesidad de mejorar la seguridad en nuestras instalaciones”, dijo.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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