El sector informático ucraniano se muestra resiliente pese a la guerra
El sector informático ucraniano ha podido seguir proporcionando empleos relativamente estables y bien remunerados a decenas de miles de habitantes
El sector informático, entre los más florecientes de la economía ucraniana antes de la invasión rusa, se ve golpeado por todas las dificultades derivadas de la guerra, aunque logra adaptarse y sigue estando entre los más resilientes del país.
El sector agrícola ucraniano ha sufrido los estragos del bloqueo ruso a sus exportaciones, además de la destrucción y el saqueo de las instalaciones. Su sector de la informática, por contra, ha podido seguir proporcionando empleos relativamente estables y bien remunerados a decenas de miles de ucranianos.
Lidiya Dats, cofundadora de TechMagic, una PIME con sede en Léopolis y clientes en América del Norte y Europa, afirma a Efe que su compañía ha logrado incluso crecer a pesar de los enormes desafíos derivados de la invasión rusa.
Para acceder a su oficina hay que afrontar una larga escalada; la sede de su empresa está en la planta 15 de un edificio de oficinas de nueva construcción. Los ascensores están preventivamente fuera de servicio, para evitar que los empleados y visitantes queden atrapados si hay un corte de suministro eléctrico.
«Al menos nuestros empleados pueden mantenerse en forma”, sonríe Lidiya.
Durante la pandemia de la covid, un alto número de empleados optó por el teletrabajo. Pero esa tendencia se ha invertido debido a los cortes de electricidad que sufren periódicamente las ciudades ucranianas provocados por los ataques rusos contra su infraestructura energética.
Los generadores eléctricos y el acceso ininterrumpido a Internet hacen que las oficinas de la empresa ofrezcan condiciones de trabajo más fiables.
“Hemos instalado oficinas temporales en otras ciudades ucranianas donde tenemos empleados y subvencionamos la compra de estaciones eléctricas portátiles a nuestros empleados para que tengan internet y electricidad en casa”, dice Lidiya.
“Evitar tener que despedir a nuestros empleados es una de nuestras prioridades, ya que no podemos dejar que pierdan su trabajo en medio de la guerra”, explica Dats.
La empresa ha conseguido mantener su clientela garantizando el cumplimiento de los plazos pese a las dificultades que comporta la guerra.
“Nuestra gente es extremadamente responsable. Trabaja a pesar de los ataques, los apagones y la lucha diaria para seguir trabajando”, subraya Lidiya.
Admite que el conflicto ahuyenta a algunos clientes potenciales y dificulta el crecimiento de su empresa.
Hay compañías ucranianas que han reaccionado a la guerra abriendo o ampliando sus oficinas en el extranjero, incluso en América Latina, ante el riesgo de no poder completar los encargos de los clientes en caso de una nueva escalada en Ucrania.
En estos casos, los empleados locales de esos países o los ucranianos deslocalizados trabajan junto con los especialistas en TI que siguen en Ucrania.
Como todos los ucranianos, los empleados de su empresa están exhaustos. Pero aun así contribuyen de diversas maneras para a la defensa del país.
«Mantenemos a cinco de nuestros empleados que actualmente sirven en el ejército. También hemos contribuido a la compra de coches y drones muy necesarios para el frente”, revela Lidiya.
El sector se ha librado en gran medida de la conmoción sufrida por otros sectores del país, gracias a la movilidad de su joven mano de obra, la falta de dependencia de activos fijos y su integración en mercados mundiales.
Según el clúster de TI de Leópolis, las exportaciones del sector han aumentado casi un 10% hasta alcanzar más de 6 mil millones de euros en los 10 primeros meses de 2022.
Sin embargo, los cortes de electricidad han tenido su impacto, ya que las exportaciones cayeron un 7.4% en octubre en comparación con el mes anterior y un 16% en términos interanuales.
Dats confía en que, una vez finalizada la guerra, se produzca un nuevo auge en el sector de las tecnologías de la información y que éste experimente las tasas de crecimiento que ayudaron a su empresa a aumentar su plantilla de sólo 5 empleados hace ocho años a sus más de 290 especialistas actuales.
Fuente: EFE/López Dóriga Digital