El nutriólogo Gabriel Peet explicó que ingerir peces, moluscos o mariscos afectados por este fenómeno puede provocar desde infecciones gastrointestinales graves hasta alteraciones neurológicas y problemas en la piel. En declaraciones al medio local, detalló que algunos efectos aparecen poco tiempo después del consumo, y advirtió que las toxinas responsables no desaparecen con la cocción de los alimentos.
La llamada marea roja, provocada por microalgas que liberan toxinas nocivas, ha sido detectada en diversos puntos de la costa yucateca. Según el especialista, una de las principales afecciones derivadas del consumo de estos productos es la intoxicación paralizante por mariscos, cuyos síntomas pueden incluir entumecimiento, debilidad muscular, dificultades respiratorias e incluso parálisis. También podrían presentarse cuadros de gastroenteritis aguda, con vómitos, diarrea, náuseas y dolor estomacal, además de alteraciones del sistema nervioso como vértigo, desorientación o pérdida de coordinación, con riesgo de coma en los casos más extremos.
El experto subrayó la importancia de atender los comunicados oficiales y evitar la ingesta de cualquier animal marino que llegue a la orilla muerto o visiblemente afectado. “Aunque se hiervan, estos productos pueden seguir siendo peligrosos”, señaló.
Ante esta situación, la Secretaría de Salud de Yucatán, en conjunto con la Secretaría de Pesca y Protección Civil, ha reforzado la vigilancia en puntos costeros como Progreso, Celestún, Dzilam y Telchac, donde se han identificado altas concentraciones de microalgas tóxicas. Como medida preventiva, se ha solicitado a la población abstenerse de pescar, comercializar o consumir productos del mar provenientes de estas zonas hasta nuevo aviso.
Redacción: Yucatánalamano.