viernes, septiembre 20

En auge la inteligencia artificial

0
109

Midjourney y más plataformas crean un “arte” único

Cuando Jason Allen recibió un premio en Colorado por la imagen que creó a través de la plataforma de inteligencia artificial (IA) Midjourney, no se imaginaba la cantidad de críticas que iba a recibir.

“Me dijeron que era un ladrón, que tenía que devolver la medalla”, relata el creativo estadounidense.

Con “Théâtre d’Opéra Spatial”, una ilustración en la que se observa a mujeres con atuendo victoriano en lo que parece una nave espacial, Allen iluminó un problema que ya estaba ahí: qué significa para el mundo del arte el auge de la IA.

Por 10 dólares al mes, Midjourney ofrece la posibilidad de generar hasta 200 imágenes como la que usó Allen para ganar el primer puesto en la categoría de arte digital de la Feria Estatal de Colorado 2022.

Midjourney es solo uno de los múltiples servicios de IA generadores de imágenes que han surgido en el último año. Para lograr esta “magia”, la IA es entrenada usando miles de imágenes de todo tipo que están disponibles en internet.

El usuario no necesita tener mucho conocimiento sobre tecnología o incluso sobre arte. Basta con escribir un texto con la idea que se tiene y la plataforma se encarga de hacer lo suyo.

Por ejemplo, a partir de frases como “mujer sentada a la orilla de un río al atardecer” o “rata comiendo espagueti a la luz de una vela en un bosque otoñal” la IA genera en cuestión de minutos una serie de ilustraciones que quedan inmediatamente a disposición del “creador”.

Incógnitas

Precisamente quién o qué es el creador de una imagen generada por inteligencia artificial es una de las incógnitas que esta tecnología plantea en la actualidad.

Hay varias demandas ante tribunales en Estados Unidos que abordan este tema en particular y en el primer fallo en este ámbito, en agosto pasado en una corte de Washington D.C., la justicia se inclinó en contra de otorgar derechos de autor a las piezas creadas por IA. Sin embargo, no hay un fallo de la Suprema Corte ni se ha aprobado legislación al respecto.

El propio Allen intentó registrar su obra en la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos. No obstante, su petición fue rechazada recientemente. El argumento era que la ilustración no es de “autoría humana”.

A medida que este tipo de tecnología se hace más popular, el mundo del arte se verá forzado a replantear el concepto de autoría, señala Stephanie Dinkins, una artista transdisciplinaria basada en Nueva York.

“Debemos empezar a pensar qué es la propiedad intelectual, porque vamos a tener que replantear ése y muchos otros conceptos”, considera la creadora, que incorpora la IA en su arte.

Obtener derechos de autor a través de una imagen generada por una plataforma que se alimenta de miles de piezas recolectadas en internet es para muchos artistas algo problemático.

“Es algo que no es solo tuyo, sino también es de muchas otras personas”, subraya la artista Heidi Boisvert, la profesora de la Universidad de Florida.

“Deberíamos considerar esas piezas (hechas con IA) como trabajos colectivos o de código abierto”, agrega.

No es hurto

Para Darren Hick, profesor de Filosofía en la Universidad Furman, especializado en estética, los modelos de la IA no están “robando” las piezas de arte con las que se entrenan, puesto que lo que hacen éstas es solo replicar la manera en la que los humanos aprendemos.

“No hay mucha diferencia con la forma en que un estudiante de arte aprende al pintar”, destaca el académico. El problema de la IA en el arte, argumenta, es similar al que surgió cuando el físico francés Joseph Niépce inventó la fotografía hace 207 años.

“Es simplemente un medio, una tecnología, igual que la cámara o el lápiz fueron inventos avanzados en su momento”, explica.

Para el filósofo, el miedo nace debido a que modelos generadores de IA son ahora capaces de crear “arte”, bien sea en imágenes, música o textos, algo que consideramos “puramente humano”.

“Siempre hemos visto el arte como algo que nos separa de los animales y creíamos que nos hacía especiales. Pero ahora hemos creado esta otra cosa que también puede crearlo”, advierte.

Dinkins ve que el futuro de su profesión pasa sí o sí por incorporar la IA, conversar e incluso tener una relación con esta tecnología. De hecho, una de sus obras consiste en grabaciones de conversaciones que sostuvo con un robot con IA, que tiene una apariencia similar a la de una mujer afroamericana.

Para la artista “es importante que no perdamos nuestro tiempo levantándonos en contra de esta máquina y, en cambio, intentemos conocerla, comprenderla y ver cómo incorporarla”.

Allen, quien planea crear piezas con IA que sean “indistinguibles” de una pintura al óleo, considera que el avance de esta tecnología en el arte es imparable.

“Ya no tienes que ser necesariamente un artista para crear, se está democratizando y creo que estar en contra de eso es estar en contra del arte”, sentencia.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

Leave a reply