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En Yucatán, la mayoría de las llamadas al 911 no son emergencias reales

El sistema de atención telefónica de emergencias en Yucatán enfrenta un serio desafío: una gran parte de las llamadas que recibe el 911 no corresponden a situaciones de urgencia, lo que provoca saturación y retrasa la respuesta en casos verdaderamente críticos.

por Luis Carmona
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Durante 2025, la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán (SSP) ha advertido que este comportamiento se repite en otros estados de la región, como Campeche y Quintana Roo, donde también se registra un alto porcentaje de telefonemas sin motivo válido.

Tan sólo entre enero y septiembre de 2025 se contabilizaron más de 26 mil llamadas improcedentes en el estado. La cifra global muestra que, por cada 100 mil habitantes, se generan más de 14,100 llamadas al 911, de las cuales al menos un 2.2% no debería llegar a la línea de emergencias.

Un servicio saturado por llamadas sin sentido

Datos de la SSP señalan que, de enero a julio de este año, el 63.9% de las comunicaciones recibidas —equivalentes a 503,205 de un total de 787,462— fueron catalogadas como inadecuadas: llamadas mudas, equivocaciones, bromas, insultos o reportes sin información útil.

El problema es grave porque cada línea que se ocupa con una broma puede retrasar el envío de una patrulla, una ambulancia o el apoyo a una persona en peligro. En emergencias, incluso minutos pueden hacer la diferencia.

Ante este escenario, la autoridad estatal reiteró el llamado a usar con responsabilidad tanto el 911 como el número de denuncias anónimas 089.

Una tendencia que se extiende por la Península y el país

El Censo Nacional de Seguridad Pública 2024 del Inegi ubica a Yucatán entre los estados con menor porcentaje de llamadas procedentes, aunque la situación continúa lejos de lo ideal.

Este fenómeno se observa también en entidades como Guanajuato y el Estado de México, donde se reporta que hasta ocho de cada diez llamadas al 911 son falsas o improcedentes, mostrando un patrón nacional de uso irresponsable.

La falta de conciencia ciudadana y la escasa aplicación de sanciones contribuyen a que estas conductas se mantengan.

Quintana Roo: un caso aún más crítico

En el vecino estado de Quintana Roo, la problemática es incluso mayor. Sólo en el primer semestre de 2024, el 64% de las llamadas recibidas en el 911 —más de 469 mil de un total de 731,856— carecían de fundamento.

Las ciudades con mayor incidencia fueron Benito Juárez (Cancún), Solidaridad, Othón P. Blanco (Chetumal) y Cozumel, donde predominan los reportes falsos, las llamadas colgadas, las bromas y los errores de marcación.

La saturación constante compromete la capacidad operativa del sistema y puede retrasar la atención de emergencias reales.

La vía legal: propuestas en marcha

La saturación del 911 no solo representa una molestia administrativa, sino que pone en riesgo a quienes necesitan ayuda urgente, como personas víctimas de violencia familiar, accidentes de tránsito o emergencias médicas.

Por ello, en julio de 2025, la senadora Juanita Guerra Mena propuso modificar el Código Penal Federal para imponer penas de hasta siete años de prisión a quienes realicen llamadas falsas que provoquen la movilización de cuerpos de emergencia.

La intención es subrayar que estos actos no son juegos: significan recursos desperdiciados y la posibilidad de que alguien en riesgo no reciba atención a tiempo.

Prevención y educación: el camino necesario

Especialistas coinciden en que la solución debe comenzar en casa, en la escuela y en la comunidad. Recomiendan evitar que menores tengan acceso libre a teléfonos, explicar el propósito real del 911 y promover campañas permanentes de concientización.

La responsabilidad también es colectiva: entender que cada llamada que ingresa al sistema debe ser tomada en serio y que mantener despejada la línea puede salvar vidas.

En una región donde Yucatán, Campeche y Quintana Roo comparten desafíos similares en materia de seguridad y emergencias, la cooperación y la educación ciudadana son esenciales. Los centros de mando, la tecnología y los operadores solo pueden funcionar plenamente cuando la población usa el servicio con responsabilidad.

Porque detrás de cada timbrado del 911 podría haber alguien que verdaderamente necesita ayuda.

Redacción: Yucatánalamano.

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