Según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre enero y marzo de 2025, las cardiopatías se ubicaron como la principal causa de defunción en el estado, mientras que los accidentes dejaron de figurar entre los primeros lugares, marcando un cambio relevante en los patrones de mortalidad.
Cardiopatías: líderes en mortalidad
En el periodo analizado, Yucatán reportó un total de 849 fallecimientos por padecimientos relacionados con el corazón, lo que representa la cifra más alta entre todas las causas de muerte. De este total, 434 correspondieron a hombres y 415 a mujeres, evidenciando una ligera mayor vulnerabilidad en la población masculina.
Otras causas relevantes
En segundo lugar se encuentran los tumores malignos, que provocaron 456 muertes, seguidos por la diabetes mellitus con 322 fallecimientos. Las enfermedades del hígado ocuparon el cuarto lugar, con 236 casos, y las cerebrovasculares, el quinto, con 229 decesos.
La influenza y la neumonía también mostraron impacto significativo, especialmente entre las mujeres, con 93 muertes registradas por estas afecciones.
Desglosando los datos por sexo, se observa que las mujeres también presentan cifras altas en tumores malignos (250), diabetes (187), y enfermedades cerebrovasculares (105). En el caso de los hombres, se reportaron 206 muertes por cáncer, 159 por enfermedades hepáticas, 135 por diabetes y 124 por problemas cerebrovasculares.
Una señal alentadora: disminuyen muertes por accidentes
Una de las variaciones más notables respecto a trimestres anteriores es la disminución de los accidentes como causa principal de fallecimiento en Yucatán. Este descenso contrasta con lo reportado en estados vecinos como Campeche, donde los accidentes aún figuran entre las principales causas, con 67 casos registrados de enero a marzo de este año.
Comparativa regional y nacional
Aunque las enfermedades crónicas siguen representando un desafío para el estado, Yucatán mantiene tasas de mortalidad más bajas que el promedio nacional. Aun así, presenta cifras absolutas de muertes mayores que las de Quintana Roo y Campeche, lo cual refleja la necesidad de fortalecer los sistemas de prevención y atención.
Por ejemplo, en Campeche, durante el mismo periodo, las causas más comunes de defunción fueron enfermedades del corazón (350), diabetes (149), cáncer (135), accidentes (67) y enfermedades hepáticas (60), lo que sugiere una situación menos grave que la observada en Yucatán.
Enfermedades crónicas: un reto persistente
El Inegi subraya que los padecimientos no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías y el cáncer, están estrechamente vinculados a factores de riesgo como una alimentación inadecuada, el sedentarismo y la falta de controles preventivos. Estas enfermedades no solo afectan a la población en términos de salud, sino que también generan una carga económica y social considerable.
La solución no se limita al tratamiento médico: requiere un enfoque multidisciplinario que incluya educación, prevención, acceso a servicios y un entorno que promueva estilos de vida más saludables.
Propuestas para enfrentar la situación
Expertos y autoridades sanitarias coinciden en la necesidad de implementar medidas integrales que incluyan:
-
Fomento a la detección temprana, mediante campañas de monitoreo de presión arterial, niveles de azúcar en sangre y señales tempranas de cáncer.
-
Promoción de hábitos saludables, como una alimentación balanceada, ejercicio regular y reducción de factores de riesgo.
-
Atención médica integral y constante, para evitar que un diagnóstico temprano termine en abandono del tratamiento.
-
Educación en salud desde edades tempranas, integrando contenidos en escuelas y espacios comunitarios para fomentar una cultura del autocuidado.
-
Políticas con perspectiva de género, que respondan a las diferencias entre hombres y mujeres en la incidencia de enfermedades y acceso a los servicios de salud.
Un escenario aún reversible
A pesar del panorama preocupante, Yucatán aún tiene margen de acción. Al mantenerse por debajo de la media nacional en términos de mortalidad, el estado cuenta con una ventana de oportunidad para reducir sus cifras si se actúa de forma decidida y coordinada.
Iniciativas que integren a instituciones públicas, profesionales de la salud, organizaciones civiles y la ciudadanía podrían marcar la diferencia, fomentando un entorno donde la prevención y la atención efectiva sean pilares de una mejor calidad de vida para todos.
Redacción: Yucatánalamano.