A pesar de que se extendió la temporada de pulpo, lo cual beneficia a los pescadores, propietarios de embarcaciones y a todo el sector en general, la mala costumbre conocida como raya continúa practicándose en este fin de año, afectando a los patrones de barcos que sufren de esta forma severas pérdidas económicas.
La raya consiste en que el pescador pide al patrón un anticipo en efectivo antes de zarpar, pero en lugar de presentarse a trabajar simplemente no regresa y se queda con el dinero que le dieron, y es entonces que se genera la pérdida para quien tuvo la confianza de entregar dinero.
En pleno cierre de la temporada de pulpo, la cual fue extendida hasta el 31 de diciembre para poder alcanzar los niveles previstos al iniciar, esta mala costumbre sigue presentándose, lo cual es de extrañar, pues saliendo a la mar, los pescadores pueden obtener mayores ingresos. Sin embargo, parece que a muchos les resulta mejor quedarse con los adelantos, obteniendo de esa forma dinero fácil.
Aún hay barcos que están por salir a los últimos viajes de captura del molusco, y los dueños y patrones afirman que hay casos de esa actividad. No se tiene el número exacto, pero son varios hombres de mar quienes los han defraudado con la técnica de la raya, a fin de no trabajar lo último de la pesca del octópodo.
Según comentó Juan May, patrón de barco en Yucalpetén, cada vez es complicado entregar dinero por adelantado a los pescadores, pues en este punto, al no tener ellos ya nada que perder, toman el efectivo y desaparecen, provocándole pérdidas a la embarcación. La tendencia ha estado al alza.
Por su parte, la presidenta de la Unión de Armadores Pesqueros de Yucatán, Ana María Pech Chacón, comentó que durante el año se registran pérdidas por este tipo de prácticas de entre 2 y 3 millones de pesos en todo el puerto de Progreso, siendo los principales autores pescadores provenientes de otros municipios, aunque también muchos locales incurren en estas acciones.
Industriales pesqueros que pidieron omitir sus nombres comentaron que, desafortunadamente, por estas cosas se ha optado por reducir la cantidad de efectivo en los adelantos previos a un viaje, o incluso se ha vetado a ciertos grupos de pescadores para que no realicen viajes en los pesqueros del lugar.
Por ello pidieron a los hombres de mar tomar conciencia sobre esta clase de actitudes, las cuales resultan perjudiciales para todo el entorno marítimo pesquero.
Se ha intentado remediar la situación a través de la regulación y empadronamiento de pescadores, pero las laxas regulaciones al respecto poco han podido aportar para dar una solución real al problema.
Fuentes: Por Esto.