Envían nuevas cartas sangrientas con ojos de animales contra embajada de Ucrania; esto es lo que se sabe
La embajada de Ucrania, la de Estados Unidos, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, o una fábrica de armamento fueron algunos de los destinatarios de seis cartas con material deflagrante recibidas en España y enviadas desde este mismo país, según sospecha la justicia
Tres cartas con ojos de animales enviadas a representaciones diplomáticas de Ucrania en España fueron interceptadas por oficinas postales, informó este lunes una fuente policial, días después de una oleada de cartas similares y otras con material pirotécnico.
«Esta mañana tres sobres sospechosos, dirigidos a la embajada de Ucrania en Madrid y a los consulados del país en Barcelona y en Málaga, han sido detectados e interceptados por los sistemas de seguridad de Correos», explicó una fuente policial.
«La Policía Nacional ha descartado la presencia de sustancias explosivas o deflagrantes, comprobando que los sobre contenían ojos de animales», añadió.
«Sus características» los asemejan a los enviados la semana pasada a la embajada de Ucrania en Madrid, que sí contenían material deflagrante, «y a los recibidos en otras embajadas y consulados del país en diferentes puntos de Europa».
La embajada de Ucrania, la de Estados Unidos, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, o una fábrica de armamento fueron algunos de los destinatarios de seis cartas con material deflagrante recibidas en España y enviadas desde este mismo país, según sospecha la justicia.
Además, el viernes, Ucrania explicó que varias embajadas y consulados europeos habían recibido cartas ensangrentadas conteniendo ojos de animales.
La policía española explicó a los servicios postales como eran los envíos sospechosos, lo que les permitió interceptar estas nuevas cartas, explicó la fuente policial.
La embajada ucraniana en España acusó implícitamente a Rusia de estos envíos, pero la rusa rechazó las alegaciones.
Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, dando pie a una guerra que continúa.
Fuente: Excélsior