Señaló que la gran mayoría de los planteles no cuenta con margen financiero para absorber estos aumentos sin repercusiones.
“El 97% de las escuelas no puede incrementar sus colegiaturas al mismo ritmo que suben los salarios. Además, enfrentamos ajustes inesperados, como el aumento al Impuesto Sobre la Nómina, que no estaba previsto y que entrará en vigor a partir de enero”, explicó.
El dirigente alertó que estas medidas, sumadas a una situación financiera ya compleja, podrían provocar nuevos cierres de instituciones educativas particulares y limitar el acceso a la educación para miles de estudiantes.
Cierres acumulados y presión financiera
Dájer Fadel recordó que entre 2018 y la fecha han cerrado más de 200 escuelas privadas en Yucatán, a las que se suman al menos 20 instituciones que dejaron de operar durante el presente año.
“Creíamos que la etapa más difícil había quedado atrás, pero este nuevo ajuste fiscal podría detonar más cierres antes de que termine el año”, expresó.
Uno de los efectos directos de esta reducción, añadió, ha sido la disminución en el otorgamiento de becas. De acuerdo con la asociación, el cierre de estos planteles significó una pérdida aproximada de 120 millones de pesos en apoyos educativos para niñas y niños del estado.
Aportación al sistema educativo estatal
El presidente de la asociación subrayó que las escuelas privadas cumplen una función clave dentro del sistema educativo y generan un ahorro significativo al erario.
“El costo promedio para el gobierno de un estudiante en una escuela pública ronda los 5,000 pesos mensuales, mientras que en las escuelas privadas las colegiaturas suelen ser menores a 2,000 pesos. Esto representa un ahorro anual de cerca de 4,000 millones de pesos gracias a la participación del sector privado”, detalló.
Asimismo, defendió la labor de estos planteles, destacando que no se trata únicamente de negocios, sino de proyectos educativos con una fuerte vocación social.
“Pasamos de tener alrededor de 700 escuelas privadas a menos de 400 en todos los niveles. Esto refleja una pérdida importante de espacios educativos que beneficiaban a la sociedad yucateca”, afirmó.
Llamado a las autoridades
Finalmente, Dájer Fadel hizo un llamado al gobierno estatal para que considere el impacto de las decisiones fiscales en el sector educativo privado y dialogue con las instituciones antes de implementar nuevos gravámenes.
“Solicitamos que las escuelas sean tomadas en cuenta al momento de diseñar leyes y políticas fiscales. No pedimos privilegios, sino condiciones que nos permitan mantener la calidad educativa y seguir ofreciendo oportunidades a la niñez de Yucatán”, concluyó.
Redacción: Yucatánalamano.