Esfuerzo por el sustento diario
La necesidad lleva a muchos niños a trabajar. De hecho, en Yucatán 66,936 personas de 15 a 19 años de edad realizan alguna actividad para ganarse el sustento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Apoyan a la familia, más que nada por eso”, fue la justificación de un adulto que acompaña a niños que recorren calles del centro de Mérida tocando en sitios concurridos, como los bazares de comida, con tal de obtener algunas monedad para subsistir.
El jueves 13 pasado publicamos que en el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo período de 2023, aumentó el número de personas de 15 a 19 años de edad que trabajan en Yucatán, aunque no se tienen cifras de cuántos menores de 15 años de edad también laboran.
Estos datos se dieron a conocer con motivo de que el 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
Protocolo
El mismo día dimos a conocer que se aprobó el “Protocolo de actuación interinstitucional ante la detección de situaciones de trabajo infantil y sus peores formas en Yucatán”.
También que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2022, Yucatán ocupaba el puesto 14 nacional con una tasa de trabajo infantil de 15%, lo cual representaría 70,975 niños o adolescentes.
Muchos de esos menores se la pasan en las calles buscando cómo ganar dinero en lugar de acudir a la escuela. Venden chicles, cigarros, frutas o dulces, son payasitos o tocan algún instrumento o cantan, incluso sólo piden limosna.
Algunos trabajan solos, aparentemente, otros son acompañados de adultos que no necesariamente son sus padres biológicos.
Es el caso de un grupo de menores que encontramos en un bazar de comida del Centro, donde tocan y cantan para obtener monedas de comensales.
A la pregunta de por qué los niños no estaban en la escuela, un adulto que los acompaña, quien accedió a hablar con la condición de anonimato, dijo que “apoyan a la familia”.
“No todos tenemos las mismas oportunidades y una manera de nosotros (al educarlos) es enseñarles a ganarse la vida como nosotros conocemos”, añadió.
El entrevistado no quiso mencionar si tiene algún parentesco con los menores que le acompañaban, cuyas edades fluctúan entre los 5 y 10 años.
Ingresos
A pregunta expresa, la persona comentó que no tienen una cantidad fija, sino que lo que recaudan varía de acuerdo con el tiempo que hagan, que en temporada de lluvias es menor que cuando está soleado.
También admitió que los menores no acuden a la escuela, de hecho nunca han ido, de modo que la educación que reciben es la que les brindan en lo que llaman hogar, con “la familia”.
Cuando se les preguntó a los menores, ellos sólo volteaban a ver a quien los acompañaba. Esta persona les indicaba que “contesten sin pena”.
Con una sonrisa, la pequeña de unos cinco años de edad dijo que no quiere estudiar, sólo quiere jugar con su muñeca al llegar a casa.— VANESSA ARGÁEZ CASTILLA
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán