miércoles, septiembre 25

Estudio señala que niños con TDAH no disfrutan del todo las fiestas

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Los niños con problemas emocionales o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden encontrar que las fiestas son un momento muy difícil, ya que todas las rutinas que proporcionan una sensación de orden se mezclan en un torbellino de actividades.

Los niños están en casa después de la escuela e inquietos, sus padres los llevan a las compras navideñas y a las reuniones navideñas, y comen muchas comidas pesadas y dulces.

Pero hay formas de limitar el estrés que las fiestas pueden suponer para los niños con depresión, ansiedad, un trastorno alimentario o un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), dijo Melissa Meyer, especialista en psiquiatría infantil de DMG Children’s Rehabilitative Services en Phoenix, según publica HealthDay News.

La comunicación es clave cuando se trata de salidas, añadió Meyer. Saber lo que sucederá puede ayudar a disminuir la ansiedad de un niño.

Por ejemplo, explica a tus hijos lo que va a suceder con anticipación: cuánto tiempo estará fuera, quién estará con él, qué tipo de comida pueden esperar.

Y no tengas miedo de compartir con tu hijo si te sientes estresado, cansado o ansioso, agregó Meyer. “Él o ella se sentirá reconfortado al saber que incluso los adultos se ponen nerviosos y estresados durante las fiestas”.

El sueño es otro componente importante para mantener el estado de ánimo de tu hijo. Los niños con problemas emocionales necesitan dormir bien, por lo menos de ocho a 10 horas por noche.

Meyer también advierte contra el uso de pantallas como niñera. Demasiada televisión, videojuegos y redes sociales puede contribuir a la depresión y robarle a un niño el sueño necesario.

Los padres deben asegurarse de que sus hijos continúen tomando sus medicamentos a la misma hora todos los días, a pesar de que las vacaciones hayan interrumpido su horario regular.

Y ten cuidado con el exceso de azúcar habitual de las fiestas, señaló Meyer. Es mejor servir comidas nutritivas con regularidad y limitar los dulces y las bebidas azucaradas, especialmente antes de acostarse.

“Lo más importante es estar al tanto del estado de ánimo del niño y escucharlo”, precisó Meyer en un comunicado de prensa de DMG. “El niño o adolescente puede necesitar un tiempo de inactividad entre el ajetreo y el bullicio de las fiestas. Deja tiempo en el horario de la familia para que todos se relajen, para que cada miembro de la familia pueda disfrutar del espíritu de las fiestas”, finalizó.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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