La Universidad Anáhuac Mayab, a través de su Facultad de Economía y Negocios, realizó la ceremonia de graduación de la primera generación del programa Global Honours, la tarde del jueves pasado, en la sala de juntas de la Rectoría.
El programa tiene como objetivo desarrollar el espíritu emprendedor, la visión global y el perfil de liderazgo a través de una experiencia académica internacional, que a lo largo de 2022 incluyó una estadía dos meses (enero y febrero) en la Esade Business School, de Barcelona, España; un semestre en la Schmalkalden University de Alemania y un semestre en la University of Yonsei de Corea del Sur, todo esto complementado con seis semestres en la Anáhuac Mayab, el último de éstos finalizado en julio pasado.
Esta experiencia internacional e intensiva está dirigida a alumnos de Negocios Internacionales, Finanzas y Contaduría Pública, Mercadotecnia Estratégica, Administración y Dirección de Empresas, que además de la experiencia obtienen un diploma al final de su carrera, que acredita las materias cursadas en el extranjero.
Esta primera generación está conformada por cinco nuevos profesionistas: Alejandra Arceo Moguel, María Pérez Cuesta, Óscar Gáber Dorbecker y Mauricio Estrada Barrera, todos de la Licenciatura en Negocios Internacionales.
También forma parte del grupo Gerardo Cabrera Piña, quien estudia la Licenciatura en Administración de Empresas.
El acto académico estuvo encabezado por el rector de la Universidad Anáhuac Mayab, Miguel Pérez Gómez; Marisol Tello Rodríguez, vicerrectora académica; Pedro Salicrup Río de la Loza, director de la división de Negocios, y Alessio Olivier, director de las carreras de Negocios Internacionales, Mercadotecnia Estratégica y Dirección del Deporte.
Un gran paso
Pedro Salicrup felicitó a los integrantes de la primera generación Global Honorus de esta casa de estudios, por el gran paso dado en beneficio de su desarrollo académico y profesional.
Destacó que experiencias de esta naturaleza no solo enriquecen el bagaje de conocimiento y experiencia en el ámbito de su carrera, sino que forja en ellos un nivel de madurez y crecimiento humano que difícilmente podría poseer un estudiante de su nivel que cursa sus estudios en un solo lugar.
Experiencia
“Lo que ustedes han hecho ha sido una experiencia de vida extraordinaria, prácticamente un año fuera de su país, aprendiendo en tres culturas distintas, idiomas diferentes y formas de interactuar particulares”.
“Han profundizado en algo que curricularmente tendrá mucho peso para su futuro, pues esto les abrirá la puertas a la internacionalización de sus carreras”, enfatizó el directivo al dirigirse a los jóvenes y sus familias.
Enriquecedora
Por su parte, el rector destacó que ha sido una experiencia enriquecedora en todos los sentidos para los integrantes de esta primera generación de Global Honorus, pues el plan original tuvo que modificarse a causa de la pandemia del Covid-19.
“Para esta experiencia nuestros alumnos tuvieron que prepararse mucho, sobre todo en la cuestión de los idiomas, y aquí quiero destacar que el proyecto original contemplaba Estados Unidos, Alemania y China, de modo que los chicos se prepararon en inglés, alemán y mandarín, pero circunstancialmente no se pudo realizar la estadía de dos meses en Estados Unidos y fue cambiada a Barcelona en España y después, en el último semestre fuera, debieron ir a China, pero por cuestiones de la pandemia tampoco fue posible ir a aquel país y tuvieron que ir a Corea del Sur sin saber una palabra de coreano”, indicó Miguel Pérez, padre de María Pérez Cuesta, integrante de ésta generación.
Reto
“El reto de vivir en Corea seis meses fue muy especial, pues no íbamos preparados para estar seis meses ahí, además que, a diferencia de Alemania donde estábamos instalados en el campus universitario, aquí nos tuvimos que quedar compartiendo un departamento donde pagábamos agua, luz, gas, alimentación, transporte y muchas otras cosas; hablábamos en inglés para comunicarnos con las personas e incluso a señas”, dijo María Pérez, quien añadió que este tipo de experiencias forjan el carácter y son altamente motivantes.
Otro alumno, Mauricio Estrada, explicó que este año fuera de México le permitió descubrir nuevas culturas y formas de ver la vida.
“La gran lección es que cuando existe voluntad, el idioma y la cultura no son barreras para alcanzar las mayores metas”, señaló.
Fuentes: Diario de Yucatán/Emanuel Rincón.