Falta de lluvias y sequía consumen tierras sonorenses; un ciclón, la esperanza
Los 72 municipios que componen el estado del norte resienten los embates de las altas temperaturas, la escasez de agua y la sobreexplotación de acuíferos, lo que ha obligado a tandear el líquido en las ciudades
En plena temporada de lluvias, Sonora tiene sed, al igual que 70.1% del territorio nacional, de acuerdo con el Monitor de Sequía en México.
Del total de la geografía sonorense, dos municipios se encuentran en la categoría de anormalmente secos (D0), 22 tienen sequía moderada (D1), 34 sequía severa (D2) y 14 sequía extrema (D3), es decir, todo el territorio del estado (72 municipios) se encuentra impactado por la falta de lluvias y escurrimientos.
«Este año enfrentamos una situación muy comprometedora, porque los primeros meses de 2022, tuvimos los peores registros de muchos años en Sonora”, reveló José María Martínez, director del Organismo de Cuenca Noroeste de la Conagua.
El ingeniero agrónomo destacó que la emblemática presa Abelardo L. Rodríguez, de Hermosillo, y la presa Ignacio R. Alatorre, en Guaymas, se encuentran completamente vacías.
Al hacer un recorrido por los embalses, el paisaje es desolador, como si fuera el escenario para filmar una película del fin del mundo.
José Luis Jardines, vocal ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua, indicó que las lluvias erráticas a lo largo de dos años consecutivos secaron las presas, lo que se suma a la sobreexplotación de, por lo menos, 75% de los acuíferos en Sonora.
«Raro es el que no está sobreexplotado, quizás el acuífero del río Yaqui, un poco el del río Mayo, pero la mayor parte de nuestros acuíferos están sobreexplotados”, lamentó.
La esperanza para la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es que entre septiembre y octubre impacte un ciclón tropical en esta región. Los últimos registros datan de 2015 y 2016, con los huracanes Marty y Newton.
«Ésa sería la posibilidad de tener almacenamientos extraordinarios, que es lo que requerimos para las presas de Sonora”, manifestó el director del Organismo de Cuenca Noroeste.
El agua disponible cada año se reparte: 85% para el sector agropecuario, 10% para el consumo humano y el resto para las actividades industriales.
«Normalmente, tenemos mayores sequías que Nuevo León, pero, en esta ocasión, le tocó una sequía más intensa al estado hermano”, comentó el ingeniero José Luis Jardines.
HATO GANADERO
Este año, la sequía pegó fuerte a la ganadería, una de las actividades económicas más importantes y representativas de Sonora.
De acuerdo con Juan Carlos Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional, se tiene el registro de la muerte de al menos 480 mil cabezas de ganado.
«El último censo que tuvimos, cuando estábamos muy, muy bien, andábamos en un millón 200 mil vacas, ahorita tenemos prácticamente 60%”, reconoció.
A la crisis por la falta de lluvias hay que sumarle la guerra en Ucrania, que puso por las nubes los precios de granos y fertilizantes, en perjuicio de la ganadería y la agricultura.
«Nosotros tenemos un dato curioso, de 100% de carne que consumimos en Sonora, sólo 30% es del estado, la demás viene de Estados Unidos, porque se ha caído mucho el tema de engorda”, señaló el líder ganadero.
En el caso del campo, la falta de lluvias, pone en riesgo en el valle del Yaqui el cultivo de 250 mil hectáreas para el ciclo otoño-invierno de trigo, maíz, frijol y soya.
SIN AGUA
En la zona norte y norponiente de la ciudad de Hermosillo, la población sólo recibe agua unas cuantas horas al día y la situación cada vez es más crítica, denunció Ignacio Peinado Luna, dirigente de la Unión de Usuarios.
«Es algo que perjudica, daña mucho, es una angustia el no poder atender las necesidades propias de un hogar por la falta del agua y además pagar precios altos cuando no tienes ni el servicio”, subrayó.
En Guaymas, el suministro es por tandeo. En la colonia San Vicente, al sur de la ciudad, sólo llega el agua los martes y viernes.
«Ahorita que hace calor, es cuando dura menos el agua, tratamos de no estar regando, ni lavar el coche con la manguera, cuidamos mucho el recurso”, dijo la señora Ana Lepe.
«El conflicto apenas inicia en una de las zonas áridas y semiáridas de la República Mexicana con mayor vulnerabilidad por la falta de agua”, alertó Rolando Díaz Caravantes, profesor-investigador del Colegio de Sonora.
«Sin duda alguna Monterrey es el espejo de Hermosillo y de otras ciudades de Sonora, ya no digamos a futuro, a largo plazo, sino a mediano, a corto plazo, me atrevería a decir”, agregó.
Fuente: Excélsior