El próximo 15 de diciembre concluye la temporada de pulpo en Yucatán y según los datos oficiales no se rebasarán las más de 31 mil toneladas de 2021
Cerca de tres mil pescadores de Progreso emprendieron desde este fin de semana el último viaje de la “fiebre del pulpo”, la cual concluye a mitad del mes de diciembre en medio de una temporada donde las tragedias acapararon la atención.
De acuerdo con el pronóstico de los ribereños, probablemente lo recabado en todo el año no superará las 31 mil 562 toneladas que se consiguieron en la temporada del 2021.
En consulta con Víctor Zacarías Solís, titular de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola en Yucatán, persiste el ánimo por cumplir con la meta que se ha trazado con base en la obtención del codiciado producto de los tentáculos.
“Estamos sobre los últimos 20 días de la temporada y las estadísticas nos dicen que estamos al 90 por ciento de la cuota que autoridades, como la Comisión Nacional de Pesca, ha puesto para Yucatán, la cual sería de más de 19 mil toneladas. Al final de esta época estaríamos redondeando el número” dijo.
Desgraciadamente, temas como el furtivismo previo al mes de agosto, cuando se inaugura la temporada, así como también los fenómenos que impactaron la península como la marea roja o los frentes fríos que ocasionan que el ejemplar se vaya al fondo del agua, propiciaron que la temporada sea calificada como negativa a diferencia del año anterior.
“En términos generales ha sido una época de regular a mala, sobre todo por las condiciones climatológicas que desde agosto a noviembre repercutieron. Sin embargo, el saldo en temas de volúmenes no podemos decir que fue realmente malo, sobre todo porque se está logrando esa cuota” agregó.
Por último, Zacarías Solís manifiesta que en cuanto a la producción comercial la dinámica económica con los mercados cayó, sobre todo con los principales compradores que son el mercado asiático y los Estados del centro del país.
El último informe de Conapesca dictaminó que hasta el 22 de noviembre ya se habían obtenido 16 mil 936 toneladas, esto por medio del sistema de información de pesca y acuacultura. Esta cifra expresa lo recaudado solo del pulpo tipo octopus maya, también llamado “rojo”, el cual solo se encuentra en la península, siendo hombres de mar de Yucatán y Campeche quienes suelen capturarlo.
El año pasado fue catalogado como uno de los más fructíferos por su resultado, consumo y precio histórico de 175 pesos, mismo que se colocó como el más alto que se ha obtenido para el Estado. En cuanto al tonelaje final, este consistió en 31 mil 562 toneladas, de las cuales 8 mil 187 pertenecieron a la especie vulgaris y 20 mil 512 toneladas fueron de molusco maya.
Justo en ese 2021, los tonelajes después de veinte días de labores arduas en altamar eran de ocho a nueve toneladas por barco, mientras que los promedios de llegada durante este 2022 apenas son de dos a tres si es que las tripulaciones corren con suerte.
Quienes salen perdiendo, son los permisionarios y armadores, pues por unidad de navegación mayor se necesitan hasta 250 mil pesos, precios estratosféricos que se mantiene en peligro si no se logra lo que se espera. El número bajo de captura, aunado al precio de poder zarpar ha puesto en duda a varias flotas de navegación mayor, pues los últimos viajes resultan ser los menos fructíferos.
Zarpa flota mayor
La semana pasada, en Progreso se cerraron puertos debido a las inclemencias del tiempo, por lo que los días de descanso resultaron catastróficos para varios hombres de mar que tan pronto pudieron disponer de la oportunidad de poder volver a la actividad con sus patrones, armaron buques y empezaron a zarpar.
“En el último viaje se vuelven demasiado tensas las cosas, en el último viaje que realizamos obtuvimos apenas cuatro toneladas y media, cuando queríamos ir por la revancha vinieron dos nortes y las malas corrientes nos dejaron imposibilitados de segur en nuestro trabajo” manifestó Efren Martín Sena.
Una estrategia que harán varias flotas que tras salir tarde a sus recorridos por pulpo y tener que regresar al culminar la temporada de cefalópodo, es ejercer la técnica del palandre para que sus elementos puedan traer especies de escama para su consumo propio y hasta para comercializar si así lo desean.
Aproximadamente serán de cinco a siete días para realizar estos trabajos que, a pesar de ser extenuantes, mantienen al hombre de mar de navegación mayor con la tranquilidad de haber obtenido anticipos de 20 mil a 30 mil pesos, aparte del producto que le conceda su capitán.
A lo largo de la temporada, hubo tripulaciones que salieron en busca del tan ansiado producto marino hasta cinco meses, estando en tierra apenas de dos a tres días para volver al mar a pesar del esfuerzo físico y psicológico que conlleva vivir de agosto a diciembre en este modo.
“Mucha gente va a estresada a pescar. Tienes que ser fuerte mentalmente o te lleva el tren, desvarías en el mar, se tiene la presión del patrón, la presión de conseguir sustento para tu familia y el miedo a tener algún accidente, agrégale que por día te mandan a pescar en tres horarios distintos, es un desgaste bárbaro, pero también entendemos que solo así podemos tener un buena sustento” dijo Jorge Chuc.
Otro factor a resaltar es que se espera terminar esta temporada sin ninguna muerte más, luego de que el último pescador que abandonó el mundo terrenal dentro de este lapso fue Erneste Cahuich de 36 años de edad, quien falleció al electrocutarse el pasado 13 de noviembre.
Fuentes: Por Esto.