Es considerado como parte de la identidad nacional y es una excelente fuente de proteínas vegetales y minerales como hierro, magnesio y zinc; tiene la capacidad de fijar el nitrógeno que atrapa de la atmósfera y convertirlo en amoniaco para enriquecer los suelos, con lo que hay ahorros en la utilización de fertilizantes
Negro, pinto, bayo, rojo o vaquita, el frijol es uno de los alimentos del futuro por su alto valor nutricional, beneficios ambientales y aporte a la salud humana.
Al conmemorarse el Día Mundial de la Alimentación, México como centro de origen, diversidad genética y domesticación del frijol, juega un papel muy importante en la producción sostenible de esta leguminosa en los momentos críticos que vivimos de emergencia climática.
Jorge Alberto Acosta Gallegos colabora desde hace 50 años en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), donde es titular del Programa de Frijol del Campo Experimental Bajío.
El doctor en Mejoramiento Genético de Plantas, es padre de variedades mejoradas ampliamente conocidas en México y el mundo como Flor de Mayo, Flor de Junio y Dalia, que tardaron en desarrollarse entre 12 y 15 años.
«El centro de origen ancestral del frijol silvestre está alrededor del Valle de México y de ahí se movió de Chihuahua hasta el norte de Argentina”, explicó.
El cultivo ayuda a la mitigación del cambio climático porque utiliza 20 veces menos agua en comparación con alimentos de origen animal como la carne roja o el pollo.
Jorge Alberto Acosta Gallegos detalló que con tan sólo 200 milímetros de lluvia, es decir 200 litros de agua por metro cuadrado, se pueden producir hasta 400 kilogramos de frijol.
«El mínimo con el que se pueden obtener 300, 400 kilos de frijol son 200 milímetros de lluvia, depende cómo se distribuya, ya con 300 puedes sacar 800 kilogramos y con 400 milímetros hasta dos toneladas”, calculó.
Además el frijol tiene la capacidad de fijar el nitrógeno que atrapa de la atmósfera y convertirlo en amoniaco para enriquecer los suelos, con la ayuda de las bacterias que tiene en sus raíces, a diferencia de otras plantas que sólo utilizan el nitrógeno y no lo reincorporan, lo que permite a los productores de escasos recursos ahorrar dinero en fertilizantes.
RESISTENTE A VIRUS
José Luis Anaya López, investigador titular de la Unidad de Biotecnología en el campo experimental del INIFAP en El Bajío, dio a conocer, por su parte, que actualmente se trabaja en el mejoramiento tradicional del frijol con plantas que naturalmente resisten a los tres principales virus que atacan a este cultivo en México, sobre todo en los estados de Nayarit, Veracruz y Chiapas.
«Se trata de tres especies virales que son las más importantes en México: el virus del mosaico común, el virus necrótico del mosaico común y el virus del mosaico amarillo del frijol”, indicó.
Comentó que una vez que las súper plantas son identificadas en el laboratorio con marcadores moleculares, se hace la cruza convencional para crear variedades resistentes, lo que ayuda al medio ambiente, porque se utilizan menos insecticidas en el campo para matar al pulgón, que es el vector de los virus, y que con el aumento de la temperatura ligado al cambio climático incrementa su población rápidamente.
Comentó que una vez que las súper plantas son identificadas en el laboratorio con marcadores moleculares, se hace la cruza convencional para crear variedades resistentes, lo que ayuda al medio ambiente, porque se utilizan menos insecticidas en el campo para matar al pulgón, que es el vector de los virus, y que con el aumento de la temperatura ligado al cambio climático incrementa su población rápidamente.
Los insectos comienzan a reproducirse en mayor cantidad, entonces los vectores están presentes y ellos empiezan a diseminar los virus de manera más eficiente, aumentan las poblaciones de insectos vectores y también incrementan los efectos”, subrayó.
EXCELENTE ALIMENTO
Los frijoles, considerados como parte de la identidad nacional, son una excelente fuente de proteínas vegetales y minerales como el hierro, magnesio y zinc, además de ácido fólico.
«El frijol tiene deficiencias en un par de aminoácidos sulfurados, lo que se soluciona al consumirlos con el maíz; por eso desde hace miles de años, la gente que combina las tortillas con el frijol obtiene un alimento completo”, señaló el doctor Jorge Alberto Acosta Gallegos.
Destacó que el alto contenido de fibras dietéticas solubles del frijol, antioxidantes, calcio y potasio, así como su bajo índice glucémico, lo colocan como una opción para personas con diabetes, problemas cardíacos o cáncer por acción hormonal.
En cuanto a los gases que produce en el estómago, dijo que se debe a los carbohidratos compuestos de los frijoles, que llegan hasta el final del intestino grueso, donde las bacterias del organismo los fermentan para tratar de digerirlos.
«Lo que no se puede digerir son carbohidratos que no son solubles al agua rápidamente y las bacterias se encargan de desbaratarlos para que se puedan asimilar de alguna forma, por lo que se producen gases, pero esos gases dan protección contra el cáncer de colon”, afirmó.
Los expertos del INIFAP reconocieron que la meta en México es desarrollar variedades resistentes a la sequía con, por ejemplo, raíces más fuertes y largas para buscar el agua, por lo que se requieren urgentemente recursos económicos para la investigación.
También es necesario aumentar la producción, porque no somos autosuficientes en frijol y se importan al año 100 mil toneladas procedentes de Estados Unidos.
Además de que tenemos que elevar el consumo per cápita de frijol en nuestro país por cuestiones ambientales y de salud, que hace 40 años era de 18 kilogramos por persona al año y ahora es de apenas nueve kilos anuales.
Fuente: Excélsior