jueves, marzo 6

Frustran en Mérida la compra de un inmueble con papeles falsos

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Un empresario inmobiliario denunció a varias personas por intentar apoderarse en dos ocasiones de un valioso terreno de su propiedad, en el norte de Mérida, para venderlo sin su conocimiento mediante el uso de identificaciones oficiales falsas.

Con esos documentos apócrifos, éstas tramitaron un poder a su favor supuestamente otorgado por los propietarios del predio, en una notaría de Campeche. También obtuvieron un segundo poder apócrifo con la falsificación del protocolo de un notario de Mérida.

El empresario agraviado es Jorge Lance Madera, oriundo de Ciudad de México y avecindado en esta ciudad desde 2017. Descubrió por casualidad los dos intentos de fraude en su contra, aunque en el segundo logró la detención de los responsables encabezados, al parecer, por el abogado Mario Farfán Estrada.

Este caso pone en evidencia una vez más y como ha advertido Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, la actividad de bandas delictivas en el estado integradas por abogados, corredores de bienes raíces y falsificadores de Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

Mafia inmobiliaria en Yucatán, como el crimen organizado

Al estilo del crimen organizado, estos grupos se dedican al despojo de bienes raíces por medio de la falsificación de credenciales de elector y otros documentos oficiales, así como escrituras completas de los notarios.

En entrevista con Central 9, Lance Madera, arquitecto de profesión, relata que vino a Yucatán para desarrollar proyectos de vivienda.

En abril de 2018, junto con su socio Ernesto González Lozada, compró una casa de 2,200 metros cuadrados en la calle 33 número 180 de la colonia Benito Juárez Norte para construir un edificio multifamiliar.

La operación se hizo por $8 millones, pero el proyecto se suspendió por la pandemia y la casa permaneció cerrada desde entonces, dice.

“El 2 de diciembre pasé de casualidad por el predio y vi el jardín cortado y los candados de acceso, cambiados. Alarmado, consulté de inmediato el Registro Público de la Propiedad, donde apareció un aviso preventivo de compraventa fechado el 28 de noviembre de 2024 y otorgado por Lino Magos Acevedo, titular de la Notaría 114, con sede en Oxkutzcab”.

“El aviso informaba que mi socio y yo venderíamos el predio a favor de Antonio Esteban de Jesús Canto Molina”, narra.

Lance Madera habló con el notario para aclararle que no tenía la intención de “vender absolutamente nada”.

Suspensión de una supuesta venta

Magos Acevedo suspendió el proceso de venta y le informó que un corredor (hasta ahora no identificado) “le había pasado la operación”.

El notario le envió a Lance Madera los documentos del caso, en los que aparece un supuesto poder otorgado por los dos propietarios de la casa de la Benito Juárez ante la notaria pública número 28 de Campeche, Alma de María Collí Ek, a favor del campechano Santiago Israel Góngora Jiménez.

Con este poder apócrifo esta persona pretendía vender la propiedad de los empresarios.

Al revisar con más detalle la documentación, descubrimos que dos personas no identificadas hasta ahora acudieron con la notaria campechana y se hicieron pasar por Lance Madera y González Lozada, con documentos oficiales apócrifos, señala el abogado de los afectados, Juan José Góngora Puerto.

La suplantación de la identidad de Lance, añade, se realizó con una credencial de elector falsa, en la que coinciden los datos, pero la fotografía es de otra persona.

En el caso de González, la suplantación se hizo con un pasaporte falso que no coincide en nada con el original.

Según Lance Madera, la notaria campechana aceptó como buenos esos documentos “que ni siquiera eran los originales falsificados, sino solo copias y con eso otorgó el poder”.

Al descubrir la intención de despojarlo de su terreno, agrega en entrevista, se comunicó con el socio de Magos Acevedo, el hijo del exnotario Ángel Prieto Méndez, y éste le dijo que ellos también “vieron rara la operación y por eso publicamos el aviso preventivo”.

Lance y su socio denunciaron los hechos en el Ministerio Público en contra del supuesto apoderado Góngora Jiménez, la notaria Collí Ek y contra quien resulte responsable.

Pocos días después de este incidente Lance Madera se entera, también de casualidad, de un segundo intento de apoderarse de su casa, esta vez por un grupo encabezado por el abogado Mario Farfán Estrada.

Según relata el licenciado Góngora Puerto, hijo del exvicefiscal del mismo nombre, el señor Enrique Cantillo Cervera, mediante un corredor de bienes raíces se entera de la supuesta venta del predio de la Benito Juárez Norte, y le pide a aquel contactar con los propietarios.

Pago de un adelanto

El corredor habla con Farfán Estrada, quien se ostenta como abogado de los dueños del predio, y le ofrece a Cantillo Cervera mostrarle la casa el 4 de febrero.

A esa reunión, en la que Farfán tenía las llaves de la casa, asisten también Wílberth Daniel Llanes Manzanilla, de Cancún, quien se presentó como responsable de la operación de venta, y Jesús Arturo Gutiérrez Dzib, supuesto apoderado de los propietarios.

El 8 de febrero Cantillo Cervera le confirma a Farías Estrada su interés en adquirir el predio, por lo que éste le solicita un millón de pesos de adelanto para asegurar la operación.

El comprador le pide unos días para redactar un contrato de promesa de compra venta, a través de su abogado José Alejandro Nieves, y acuerdan verse en las oficinas de éste el 12 de febrero.

Al revisar los papeles de los supuestos vendedores, el abogado Nieves se percata de que Lance Madera, conocido suyo, aparece como uno de los propietarios del predio, de modo que le habla para confirmar su intención de vender.

Éste le responde que su casa no está en venta y descubre, otra vez, la falsificación de su identidad y la de su socio.

Supuestamente ambos empresarios habrían acudido con el notario 91 de Mérida, José Cardeña Manzanero, para tramitar un poder a favor de Gutiérrez Dzib, lo que después se demostró que era mentira.

Plan para detener a unos estafadores

Lance Madera informa a Nieves y a Cantillo Cervera que este era el segundo intento de apoderarse de su casa en pocas semanas con poderes falsos, por lo que acuerdan un plan para detener a los estafadores.

Los citan el 12 de febrero a la 1:30 de la tarde en las oficinas del licenciado Nieves para firmar el contrato de compra venta y entregarles el millón de pesos de adelanto.

A la reunión asisten Farfán Estrada, Llanes Manzanilla, Gutiérrez Dzib y dos testigos de la operación llevados por ellos: Jorge Luis Pérez Camelo y Edi René Esparza Flores.

Todos firman el contrato, pero no se entrega el dinero porque en ese momento Lance Madera entra en el despacho con varios agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, alertados previamente por medio del 911, y dice a los presentes que el poder de Gutiérrez Dzib es falso.

Los policías observan a Farfán Estrada con una copia certificada del poder y del contrato firmando de compra venta, por lo que lo detienen a él y a sus cuatro cómplices y los turnan a la Fiscalía.

Allí, en comparecencia, el notario Cardeña Manzanero muestra su protocolo en el cual supuestamente aparece el acta de otorgamiento del poder, que en realidad corresponde a una operación distinta.

De acuerdo con Góngora Puerto, el notario presenta además una prueba grafoscópica de su firma que aparece en el poder, donde se prueba que no corresponde a la del notario y lo mismo sucede con su sello.

“Todo era falso: el acta, la firma y el sello”, afirma el abogado Góngora.

Delitos imputados

En la Fiscalía, Lance Madera denuncia los delitos de uso de documento falso y falsificación de documentos, el señor Enrique Cantillo Cervera el de tentativa de fraude y el notario 91 de Mérida, José Cardeña Manzanero, el de falsificación de documentos, todos con el agravante de haber sido cometidos en pandilla.

La Fiscalía integra el expediente y turna el caso a la juez de Control Jazmín Ojeda Alayón, quien el 19 de febrero vincula a proceso Farfán Estrada, Llanes Manzanilla y Gutiérrez Dzib, y le da a la Fiscalía tres meses para completar la investigación. Aún no se sabe si éstos están relacionados con el primer intento de despojo cometido con la ayuda de la notaria de Campeche.

Según Góngora Puerto, de ser encontrados culpables, los acusados podrían recibir penas de hasta 18 años de cárcel.

Nota original aquí 

Fuente: Diario de Yucatán/Hernán Casares Cámara

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