Fuerte impacto comercial: podrían subir precios por un muelle dañado en Progreso
El cierre del muelle 6 de la terminal de contenedores del puerto de altura de Progreso, a causa de un colapso, ocasiona una baja de 20% del transporte de carga pesada en el estado, señaló Francisco Rivas Gamboa, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga en Yucatán.
Al respecto, el doctor Gabriel Rodríguez Cedillo, académico de la Facultad de Economía de la Uady, consideró que la falta de un lugar en el puerto yucateco para la carga y descarga de contenedores del comercio exterior sin duda tendrá un fuerte impacto.
Quizá hasta propicie un aumento en el precio final de los productos porque encarece el transporte y logística del movimiento de la carga que recibe o envía Yucatán, apuntó.
Como publicó el Diario, el 7 de junio pasado ocurrió una fractura de una losa en la superficie de rodamiento del muelle 6 de la Terminal de Contenedores de Yucatán en el puerto de altura de Progreso.
La Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) informó que la reparación durará del 17 de junio al 17 de diciembre de 2024 y costará $20 millones.
En reciente entrevista sobre el tema, Alejandro Guerrero Lozano, presidente de Index Yucatán, declaró que el cierre del muelle 6 causa serios perjuicios económicos y pérdida de competitividad a este sector por los retraso.
Se encarece el costo de transporte por daño en muelle
Además, encareció el costo logístico hasta 250,000 dólares a la semana porque ahora los barcos mercantes van a los puertos de Veracruz y Manzanillo.
Rivas Gamboa afirmó que el transporte de carga tiene una afectación real porque ahora los barcos mercantes van a otros puertos, no se quedan a fondear porque les cuesta mucho dinero, un gasto adicional sale de sus presupuestos y mejor buscan otras opciones.
Por ello, espera que pronto reparen y reactiven el muelle 6 porque la demanda de contenedores sigue creciendo en Yucatán.
“Nos reduce el ritmo de trabajo porque los barcos buscan otros muelles para bajar los contenedores”, reiteró. “Si esperan el doble del tiempo para descargar, tienen que tener una afectación también”.
“Esperemos que el comité del puerto de altura nos diga pronto cuándo terminan las reparaciones. Ojalá que sea lo más rápido posible”.
Aunque dijo que no tiene cifras certeras de la afectación en la disminución del trabajo, calculó que el transporte de carga habría bajado un 20% porque es palpable la disminución del trabajo ante la falta de contenedores para transportar en la Península y el Sureste.
“Esperemos que la reparación del muelle sea rápida para que volvamos al ritmo de trabajo acostumbrado en el puerto de altura”, señaló. “Hay un sobrecosto en la carga y logística porque si un barco no tiene lugar para descargar en algún puerto alterno, tiene que fondear y por un día les cobran de 10,000 a 15,000 dólares”.
“Por ello digo que sí nos está dañando el cierre del muelle 6. La autoridad portuaria tiene que reaccionar rápido para no prolongar el daño a la economía del estado”.
No habría pérdidas de mercancías
Además, descartó que haya riesgos en el traslado de contenedores o pérdida de mercancías porque tienen trazado rutas y sólo atienden el sureste del país.
Quizá haya atrasos, pero al final se lleva el contenedor a su destino.
Rivas Gamboa destacó que la actividad económica aumenta a fin de año por la alta demanda de todo lo que es consumible y por ello cree que es importante que las reparaciones se realicen lo más rápido posible.
“Este desvío de barcos mercantes encarece mucho más el transporte de la carga, los socios de Canacar no aumentamos nuestros precios de fletes, tenemos tarifas establecidas, lo que nos afecta es la baja en la carga por la falta de contenedores”, explicó.
“Ahora, si vamos a Veracruz por la carga hay un sobrecosto del flete”.
Por su parte, Rodríguez Cedillo recordó que Yucatán es una economía altamente dependiente del comercio internacional e intranacional porque la mayor parte de lo que consumimos viene del centro del país.
Por ello, apuntó, en cuestiones operativas sí impactará a corto o mediano plazo el hecho de que los productos o materia prima no lleguen a Progreso, sino a otros puertos mexicanos.
“Se genera una congestión operativa en la dinámica de las empresas porque al tener un proceso operativo con base en contratos se mueve la parte legal”.
“Si ya habían quedado que llegaría una mercancía y no tienen cómo bajarla en el lugar indicado, aumenta el costo dependiendo del contrato e impacta al exportador o importador”, explicó el economista. “Puede ser que las dos partes compartan costos, pero este costo adicional se manifestará en el costo del producto en la venta final”.
La cadena de producción también podría tener una afectación de costos, dijo. Y explicó: si en el muelle de Progreso llegaban productos de importación para la canasta básica o una producción intermedia, es obvio que los empresarios incrementarán sus precios en algunas áreas, ahora no se ve el impacto, pero puede ser a corto o mediano plazo”.
Si el empresario tiene una producción planeada y sucede que no puede mandar sus productos por Progreso o no puede recibir su materia prima, tiene que reorganizar su sistema de producción, su logística y tiene que ver cómo mover su producto.
Eso tiene un costo que absorbe el productor, pero que lo recuperará en el costo final al consumidor.
Nota original aquí
Fuente: PorEsto!/Joaquín Chan