jueves, agosto 1

Hay condiciones para una “explosiva” temporada de huracanes en el Atlántico

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El mes pasado fue el febrero más cálido en los 175 años de que lleva registros la NOAA

La próxima temporada de huracanes en el Atlántico Norte sería explosiva como consecuencia del aumento de la temperatura del aire y del océano en todo el mundo.

De acuerdo con el meteorólogo Juan Antonio Palma Solís, coordinador de Meteored, en febrero la temperatura global de la superficie terrestre y oceánica fue 1.40°C mayor que la media del siglo XX, de 12.1°C.

El febrero más cálido en la historia

Estos datos revelan que el mes pasado fue el febrero más cálido de los 175 años de registros climáticos globales de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

El especialista indica que la “temperatura media global de la superficie del mar más alta jamás registrada” fue de 21.09°C.

Esa tendencia que está ganando velocidad especialmente en el Ártico, donde las temperaturas se están calentando más rápidamente, haciendo que la región pierda el hielo de sus glaciares, añade.

Asimismo, señala que en una zona del Atlántico conocida como la principal para el desarrollo de huracanes las temperaturas de la superficie del mar están muy por encima de lo normal, “0.6ºC más que en cualquier otro año registrado”.

¿Cuándo es la temporada de huracanes en el Atlántico?

Aunque la temporada de huracanes en el Atlántico transcurre oficialmente del 1 de junio al 30 de noviembre, según la NOAA, en algunas partes del océano Atlántico parece que ya estamos en medio de ella, teniendo en cuenta los datos de temperatura marina.

En una franja del océano donde “nacen” muchos ciclones, las temperaturas oceánicas en febrero fueron más parecidas a las que se dan normalmente en junio.

Esta situación tan inusual e inquietante hace temer otra temporada muy activa de huracanes en el Atlántico.

Las temporadas de huracanes, más activas

De hecho, siete de las últimas ocho temporadas han registrado una actividad superior a la normal.

El año pasado, un calor inusual alimentó una temporada de tormentas bastante más activa de lo que la comunidad meteorológica había previsto.

Ni siquiera con la presencia del patrón meteorológico “El Niño”, que se presentó en primavera y tiende a inhibir la formación de ciclones en el Atlántico, la temporada fue tranquila.

“La Niña” influiría en la temporada de huracanes

La nueva temporada de huracanes podría traer un nuevo ingrediente este año, una creciente probabilidad de que un patrón de “La Niña” sustituya a “El Niño” a finales de verano o principios de otoño.

“Esta es otra mala señal, ya que ‘La Niña’ está asociada a patrones activos en el Atlántico tropical”

Juan Antonio Palma Solís

Aún es demasiado pronto para saber si las altas temperaturas persistirán durante la temporada de huracanes o cuándo llegará “La Niña”, pero, en conjunto, las tendencias señalan altas probabilidades de una temporada activa.

En la primavera pasada “El Niño” hizo presagiar una disminución de la actividad ciclónica en el Atlántico durante el verano y otoño.

“Ese patrón ocasiona cambios en la circulación atmosférica que, al otro lado del planeta, pueden dificultar la formación y el fortalecimiento de los ciclones tropicales”.

¿Por qué “El Niño” influye en menos huracanes?

Las zonas de altas presiones con aire descendente son más comunes sobre el Atlántico, y la cizalladura del viento, cuando la velocidad y la dirección del viento varían a diferentes altitudes, aumenta. Esto dificulta la formación de ciclones.

La NOAA pronosticó entonces una temporada de huracanes más tranquila, pero a medida que se desarrollaba “El Niño”, y aparecía un calor inusual mucho más allá de las zonas del Pacífico por las que se conoce este patrón meteorológico, obligó a cambiar el pronóstico.

En agosto quedó más claro que el calor del océano probablemente neutralizaría el típico efecto de “El Niño” en el Atlántico y la NOAA actualizó sus previsiones. La temporada terminó con 20% más de actividad que la media.

¿Qué es y cómo afecta “La Niña” en el clima?

“La Niña” ocurre cuando las corrientes en chorro onduladas cercanas al ecuador se desplazan hacia el Norte, en dirección Norteamérica y Centroamérica, ocasionando el afloramiento en la superficie de aguas más frías de lo normal.

Este fenómeno meteorológico provoca una menor cizalladura del viento en el océano Atlántico y suele contribuir a una temporada de huracanes más activa.

La temporada de huracanes en el Atlántico sería muy activa

Si esta tendencia se mantiene en la próxima temporada de huracanes podría significar un entorno favorable para que una mayor cantidad de ondas tropicales que salen desde África se conviertan en ciclones.

Debido a que las temperaturas en superficie del océano tiendan a mantenerse altas se prevé que en plena temporada de huracanes, de agosto a octubre, las lluvias sean mayores de lo normal en todo el Atlántico tropical.

“La Niña” debilita la cizalladura del viento a gran altitud, uno de los principales ingredientes que favorece que las tormentas se organicen y fortalezcan.

Se espera que este patrón meteorológico alcance su punto crítico en plena temporada de huracanes.

Esto, combinado con unas temperaturas oceánicas aún anormalmente altas, que actúan como el combustible necesario para impulsar los huracanes, podría ocasionar una situación explosiva en la cuenca del Atlántico Norte.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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