sábado, noviembre 23

Hubo dólares “estirados” en Progreso

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Luego de dos semanas sin la presencia de cruceros, ayer jueves por fin uno atracó en el puerto de altura: se trató del Carnival Valor.

De acuerdo con información de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), la embarcación arribó en el muelle a las 6:50 de la mañana luego de haber estado un día en Cozumel y partió a las 3 de la tarde con destino a Nueva Orleans

Trajo a 3,329 pasajeros y 1,125 tripulantes, con un total de 4,454 visitantes.

Como se publicó antes, el pasado jueves 9 se esperaba que llegara el Carnival Breeze, pero se canceló su arribo por los fuertes vientos en la madrugada, por lo que varios trabajadores del malecón se quedaron “vestidos y alborotados” por la ausencia de turistas.

En esta ocasión, la situación sí cambió, aunque no fue tan notoria la presencia de los paseantes, ya que solo algunos decidieron quedarse en Progreso en su estadía.

Ganancias “estiradas”

En recorrido realizado por la mañana, se observó que solo 300 extranjeros estaban en la playa, lo que ocasionó que los prestadores de servicio, vendedores ambulantes, artesanos y restauranteros tuvieron que “estirar” las ganancias obtenidas.

Si bien los cruceristas gastaron sus dólares en la adquisición de diversos productos y contratación de servicios, al ser tan pocos los ingresos prácticamente se diluyeron al haber igual o más número de trabajadores.

Había turistas que ocupaban palapas y sombrillas, otros comían y bebían en los restaurantes, mientras contrataron los servicios de masajistas, quienes acostumbran a instalar sus tinglados en los días de crucero.

De igual forma, se compraron cocos fríos, pulseras, entre otros productos.

En el andador de madera, muchos extranjeros esperaban su turno para subirse a la banana, atractivo que a diferencia de otros días tuvo bastante movimiento, dado que fue de los más buscado en la jornada de ayer.

Sin embargo, como se mencionó antes, las ganancias no fueron parejas para todos, ya que algunos vendedores y prestadores de servicio atendían a los paseantes, mientras otros solo se quedaban mirando al no haber más personas para ofrecerles sus servicios.

No redituable

Algunos meseros de la zona dijeron que la baja cantidad de gente no era redituable, pues aunque sí compraran, a los que son empleados como ellos no les dejó buenos resultados.

“Si vienen tres personas se les da el servicio a 25 dólares. Nosotros nos quedamos con 15 dólares porque hay que darle 10 al patrón”.

“En cambio, los patrones que vienen a trabajar pueden ofrecer el mismo precio y hasta dar algún descuento, aunque todas las ganancias son para ellos”.

“Entonces, no nos resulta redituable para nosotros”, platicó uno de los trabajadores, quien prefirió no identificarse.

Además, aseguró que en este día no había podido realizar alguna venta, pero tenía esperanza de concretar alguna con turistas que llegaran a almorzar.— Abraham Ismael Raz Herrera

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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