miércoles, noviembre 27

Impacto de la peste en Yucatán: temor, captura de ratas e inspección de barcos

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Este julio de 2024 Estados Unidos reportó su tercer caso de peste, enfermedad que ya causó varias epidemias en México, que se monitorea semanalmente desde 2017 en el país y que en Yucatán motivó una campaña gubernamental de captura de ratas en las casas que finalizó alrededor de 1967, hace 57 años.

¿Qué es la peste?

La peste es llamada peste negra, muerte negra, peste bubónica, gran plaga o plaga negra, es una infección que causa la bacteria Yersinia pestis, dice Leticia Martínez Campos, médica especializada en Infectología y Resistencia Microbiana, en su artículo “La muerte negra”.

Los nombres aluden a los bubones (ganglios inflamados) en las axilas y entrepiernas, al color de la gangrena en los dedos y a la pestilencia de las ampollas al romperse.

La bacteria vive en el intestino de las pulgas, las cuales la transmiten al picar a animales silvestres o domésticos, que también se pueden contagiar por comer animales (ratas, ardillas…) infectados con el bacilo y luego lo transmiten a las personas por vía respiratoria o contacto directo, explica la especialista. Una vez que la bacteria llega al pulmón, la persona puede contagiar a otras al toser o hablar.

“Los humanos se infectan de manera casual por las picaduras de pulgas de los roedores o mediante contacto directo con materiales infecciosos, y, tras la exposición a gatos enfermos con infección respiratoria desarrollan, de manera excepcional, la peste neumónica, la única que se transmite entre humanos por vía respiratoria”, detalla.

Asimismo, precisa que la peste es una enfermedad de la temporada mayo-octubre en el Hemisferio Norte, por su relación con el ciclo vital de los transmisores: roedores y pulgas.

“El riesgo de propagación de esta enfermedad a los humanos está en relación directa con la densidad de ratas, el número de pulgas por animal y las tasas de infección por Y. pestis“, abunda.

Los tres tipos de peste

A su vez, la Clínica Mayo describe los tres tipos de peste que afectan a los humanos:

  • Peste bubónica: aparecen bubones (de uno a diez centímetros) en las axilas, la ingle o el cuello, fiebre alta, escalofríos… La mayoría de los enfermos sobrevive si recibe tratamiento (antibióticos) de inmediato.
  • Peste septicémica: la bacteria se multiplica en la sangre y causa fiebre alta repentina, debilidad extrema, dolor de estómago, diarrea y vómitos. Puede no haber bubones. Tiene alta mortalidad porque es difícil de diagnosticar y empeora rápido.
  • Peste pulmonar: la bacteria llega al pulmón, los síntomas aparecen poco después del contagio y empeoran rápido. “El riesgo de muerte es alto si el tratamiento no se administra dentro de las 24 horas de que comenzaron los síntomas”.

Hay peste en Estados Unidos en 2024

Este año, Estados Unidos ya notificó los siguientes casos:

  • Un hombre de Oregón que se contagió por su gato, en febrero. Se le dio antibióticos y se recuperaba; ya hospitalizado presentó tos, síntoma de peste pulmonar, el tratamiento evitó la infección sistemática sanguínea. Fue el primer casos en este estado desde 2015.
  • Un hombre murió en un hospital en Nuevo México en marzo. Fue el primer caso en ese estado desde 2021 y la primera muerte desde 2020.
  • Un hombre en Colorado este julio. Fue hospitalizado y mejoró. En 2022 se registraron casos en la misma entidad estadounidense.

Las epidemias de peste en México de 1545 a 1902

En México la peste llegó con los conquistadores europeos y ocurrieron epidemias en los años 1545-1547, 1576-1580 y 1692 durante la Colonia, y en 1902 (durante el Porfiriato), informan Clementina Battcock, Annia González Torres y Nadia Menéndez Di Pardo, investigadores del INAH en “Epidemias: algunas reflexiones sobre su trayectoria histórica en México”.

A su vez, Zoraya Melchor Barrera, investigadora de la Universidad de Guadalajara, reporta que entre 1902 y 1903 la peste bubónica se desarrolló en los estados de Sinaloa, Baja California y Veracruz.

Narra que en Sinaloa se reportaron casos en Mochicahui, Ahome, Mazatlán, Villa Unión, El Oso, El Confite y Siqueiros, aunque no hay un consenso sobre el número de personas infectadas: entre 351 y 738 contagios y entre 269 y 529 defunciones.

En Baja California, indica, se presentaron algunos enfermos en Ensenada, no se sabe cuántos. Las autoridades estadounidenses comprobaron solo cuatro casos.

En Veracruz, añade, “fue en el puerto del mismo nombre en el que se observaron contagios, sin saberse con certeza la cifra”. Solo se tiene el reporte de “58 enfermos y 37 defunciones en Tampico y Veracruz (Veracruz y Cerritos)”, cita.

Epidemia de peste en México en 1920

Por su lado, Bernardo García Díaz, investigador de la Universidad Veracruzana, informa que después de 17 años de ausencia, la peste reapareció en el puerto de Veracruz en marzo de 1920 y, por si fuera poco, a mediados de ese año, repuntó la fiebre amarilla.

“A pesar de que la fiebre causó mayor número de víctimas que la peste, el impacto de ésta sobre los habitantes fue más notorio debido a los profundos trastornos causados por la cuarentena impuesta”, recuerda.

El primer caso de peste

Asimismo, narra que el primer caso veracruzano de peste bubónica se detectó el 15 de mayo de 1920 en el Hospital de la Beneficencia Española: el señor Ruperto Villarena, quien se salvó luego que el doctor Mauro Loyo le detectó “un enorme bubón” en una ingle.

El segundo caso fue el niño Nicolás Gómez, quien fue atendido por el mismo médico, pero murió. En pocas semanas fallecieron ocho enfermos de peste bubónica en el puerto jarocho.

De dónde llegó la peste en 1902 y 1920

La muerte negra, dice García Díaz, entró por Nueva Orleans (puerto estadounidense en el Golfo de México) a América, pero no se pudo identificar al barco que la trajo.

En contraste, indica, se identificó al navío estadounidense “El curazao”, que partió de China, hizo escala en San Francisco y arribó a Mazatlán, como el causante de la peste que azotó en 1902-1903 a este puerto del estado mexicano de Sinaloa.

En las últimas semanas de marzo de 1920, rememora García Díaz, en la calle veracruzana Francisco Canal, donde abundaban las ratas por los depósitos de forraje, se encontró gran cantidad de roedores muertos, pero esto no se relacionó con la peste hasta que aparecieron las primeras personas enfermas en esa misma calle.

Con esta epidemia se iniciaron las campañas contra las ratas y los informes sobre las mismas en la prensa de México. García Díaz cita que el 20 de junio de 1920 en el periódico El Dictamen se publicó “ratas capturadas: 25; ratas autopsiadas, 25; ratas sanas, 10; ratas sospechosas, 18”.

“Experto matarratas internacional” llega a Veracruz

Según el investigador, el médico estadounidense Carl Mitchel, “experto matarratas internacional”, ofreció a las autoridades veracruzanas sus servicios, ya probados en Puerto Rico, y fue así que se inició la campaña sanitaria basada en trampas y en la fumigación con cianuro en Veracruz.

A las brigadas sanitarias de captura de roedores se unió una multitud de vecinos atraídos por el anuncio del pago de 25 centavos por rata, publicado el 18 de junio de 1920.

Para entonces, barcos de EE.UU. ya traían ratoneras. Las ratas capturadas, dice García Díaz, eran incineradas, tras tomarles muestras biológicas.

Todo el puerto jarocho en cuarentena

Sobre esta epidemia, La Revista de Yucatán, antecesora del Diario de Yucatán, publicó el 6 de junio de 1920 que “se ha compro­bado que los últimos 8 obre­ros muertos de la peste bubónica” en el puerto de Veracruz “se conta­minaron en las bodegas de La Terminal, por lo que los obre­ros portuarios están organizan­do una manifestación para pedir la incineración tanto de esas bodegas como del Muelle Fiscal. Mientras tanto el puer­to está aislado del resto de la República”.

Asimismo, el 28 de julio de 1920 publicó que “el primer atacado de la peste bubó­nica” en el puerto de Tampico, Tamaulipas, Efrén Reyna, falleció en el Lazareto. Ade­más, hay otros dos atacados”.

De marzo al 12 de junio de 1921, en Tampico, Tamaulipas, 89 personas murieron de peste bubónica.

Temor en Progreso por la peste en 1921

Ese mismo junio de 1921, “el Dr. Lisandro Dorantes Ortega, delegado especial de la campana de defensa contra la peste bubónica en Progreso, visitó al gobernador del Estado para pedirle su cooperación, a fin de saber con que elementos se puede contar para preservar al Estado del terrible mal, ya que constantemente llegan de Tampico embarcaciones con pasajeros y carga y, como se sabe, ese puerto esta afectado por el mal”.

Estas dos últimas informaciones se republicaron en la edición del Diario de Yucatán del 13 de junio de 1971 en la columna “La Semana hace 50 Años”.

Diez años después de iniciada la epidemia seguía el temor a la peste bubónica en México, al grado que algunas poblaciones, como Monterrey, temían consumir maíz africano, según noticias publicadas el 28 de septiembre de 1930 en el Diario de Yucatán.

El mismo año, el 2 de diciembre de 1930, el gobierno de México anunció que ante el brote de peste en Francia, se inspeccionarán todos los barcos franceses a fin de prevenir la entrada de la enfermedad en los puertos mexicanos.

Las campañas contra la peste en Progreso

Mientras tanto, en Yucatán las campañas preventivas contra la peste se realizaron en el puerto Progreso durante casi 50 años, aproximadamente de 1920 a 1967, hace 57 años.

Algunos de los múltiples reportes de esta campaña contra la peste que se publicaron en el Diario de Yucatán son los siguientes (la fecha es de la publicación):

2 de diciembre de 1941. “El Departamento de la campana de prevención contra la peste bubónica” informó que en noviembre capturó 135 ratones y 54 ratas (total 189), inspeccionó 330 casas, colocó 431 trampas, y realizó “inspeccionados contra ratas” en tres barcos de altura y cuatro de cabotaje en el costado de los muelles de Progreso, en todos puso trampas y los resultados fueron negativos.

9 de marzo de 1967. El Centro de Salud de Progreso reportó las siguientes cifras de las acciones de “Prevención de la Peste Bubónica” realizadas en febrero: “casas visitadas y desratizadas 160; trampas colocadas, 288; ratas capturadas, 147; ratones capturados, 202; barcos inspeccionados, 13”.

14 de abril de 1967 (el último informe de este tipo publicado). El Centro de Salud de Progreso informó que la “Prevención de la peste bubónica” en marzo anterior incluyó lo siguiente: “casas visitadas y desratizadas,190; trampas colocadas, 342; ratas capturadas, 157; ratones capturados, 239; barcos en tráfico internacional ins­peccionados,11”.

La peste, potencial pandemia y arma biológica

Hace 45 años las noticias sobre la peste bubónica seguían presentes en la vida cotidiana del yucateco, pues el el 4 de noviembre de 1979 el Diario de Yucatán publicó: “¿Sabía usted que… el agua de colonia fue preparada originalmente en 1700 como una protección contra la peste bubónica? —(UPI)” (por United Press International, Prensa Unida Internacional, agencia noticiosa de Estados Unidos).

La peste se ha mantenido en la prensa local de Yucatán hasta este 2024 también por los reportes de los casos confirmados en Estados Unidos, Europa y África, entre otros sitios.

Actualmente, la peste es una de las enfermedades que vigila la Organización Mundial de la Salud (OMS) no solo por su potencial para desencadenar pandemias sino también por su posible uso como arma de bioterrorismo o guerra biológica.

México vigila la peste de nuevo desde 2017

En el caso de México, la peste no figuró en los boletines de vigilancia epidemiológica de los años 1981-2016 (los disponibles para descarga y consulta en internet).

Sin embargo, la peste apareció por primera vez en el Boletín Epidemiológico de la semana siete (del 12 al 18 de febrero) de 2017. En el mismo documento también aparecieron por primera vez la encefalitis equina venezolana, la fiebre amarilla y la fiebre por virus Mayaro.

Hasta ahora México mantiene la peste en vigilancia epidemiológica semanal. De 2017 a 2024 no ha reportado casos de la llamada muerte negra en la población mexicana.

Asimismo, como parte de la vigilancia mundial de la peste y otras enfermedades, se mantiene la inspección sanitaria de los barcos internacionales en los puertos mexicanos, entre ellos Progreso.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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