Aunque esta cifra es menor comparada con entidades como Michoacán (22.1%) o Nayarit (20.4%), representa una señal de recuperación para la economía estatal tras meses de fluctuaciones.
Este crecimiento, aunque limitado, se ha sostenido principalmente por el repunte de las industrias manufactureras y el sector de la construcción, que en conjunto han ayudado a estabilizar el panorama industrial en la región.
Manufactura: motor clave del desarrollo regional
Las manufacturas en Yucatán se han consolidado como uno de los sectores más sólidos del estado, con un aumento del 6% en su actividad durante el último año. Este desempeño está vinculado a la expansión de zonas industriales, el establecimiento de nuevas maquiladoras y una mayor exportación de productos como alimentos procesados, textiles y autopartes.
La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) atribuye este dinamismo, en parte, al fenómeno del nearshoring, ya que varias empresas han elegido asentarse en la Península para aprovechar su ubicación estratégica hacia mercados como Estados Unidos y el Caribe.
Construcción: crecimiento mixto entre inversión pública y privada
El sector de la construcción también mostró un avance del 1.9% anual, sustentado en proyectos de infraestructura financiados por el gobierno —como obras relacionadas con el Tren Maya y nuevas carreteras—, así como por desarrollos inmobiliarios en Mérida y zonas costeras.
Sin embargo, esta expansión no está exenta de desafíos. Mientras los desarrollos de alto valor se concentran en el norte de Mérida, la demanda de vivienda social en otros municipios sigue siendo una deuda pendiente.
Energía y minería enfrentan retrocesos
En contraste con los sectores líderes, la generación y distribución de energía eléctrica, agua y gas registró una caída del 9.7%. Este descenso refleja tanto deficiencias en la infraestructura existente como el creciente consumo derivado de la actividad industrial y residencial.
La minería, aunque con poco peso en la economía local, también experimentó una contracción del 3.3%, relacionada con una menor extracción de piedra y calizas.
Comparativo nacional: luces y sombras
A nivel nacional, Yucatán se posiciona de forma intermedia. Mientras estados como Quintana Roo enfrentaron fuertes retrocesos (con una caída del 50.5% en su actividad industrial), la entidad yucateca ha mostrado mayor estabilidad.
No obstante, sigue rezagada frente a polos industriales como Nuevo León (5.5%) o Guanajuato (5%). El reto para Yucatán está en fortalecer sus sectores con mayor dinamismo y reducir su dependencia de actividades con limitaciones estructurales.
Perspectivas y desafíos futuros
Expertos señalan que, si bien Yucatán cuenta con ventajas como ubicación geográfica y clima de seguridad, el crecimiento económico no debe limitarse a Mérida y sus alrededores. Es fundamental ampliar las oportunidades hacia zonas del sur y oriente del estado, donde aún persisten carencias en servicios básicos e infraestructura.
Trabajadores de zonas industriales del sur de Mérida, como Juan Chuc, reconocen que hay más empleo que antes, aunque advierten que el costo de vida supera a los salarios actuales.
Para lo que resta del año, se espera que tanto la construcción como las manufacturas mantengan su inercia positiva, impulsadas por inversión pública y privada. Sin embargo, especialistas advierten que, sin mejoras en la infraestructura eléctrica y en los servicios, el crecimiento podría enfrentar obstáculos.
Según el Índice Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa (Imaief), Yucatán se mantiene en una trayectoria de crecimiento moderado pero constante, con potencial de consolidarse como un centro industrial en el sureste del país, siempre y cuando se garantice un desarrollo equilibrado e inclusivo.
Redacción: Yucatánalamano.
