domingo, septiembre 22

Invasión sin freno a ciénega en Progreso

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La invasión de predios en la zona de ciénega de Chicxulub continúa su avance de manera prácticamente descontrolada: cada vez aparecen más edificaciones que ocupan la zona que se le gana al agua.

El tema de la invasión de ciénega en Chicxulub no es nuevo, sin embargo, en las últimas semanas se ha visto un notorio incremento en la cantidad de casas que han comenzado a aparecer en este lugar.

A pesar de que hace dos años se colocaron mallas en la zona que se encuentra en la entrada de Chicxulub, desde la carretera proveniente de Chicxulub Pueblo, zona que se encuentra invadida, las invasiones no se han detenido.

Para quienes buscan un sitio donde asentarse, la cerca no es un impedimento para acceder al manglar, puesto que también es posible llegar desde las calles internas del puerto.

Partiendo de la entrada antes mencionada, la zona de periférico que pasa paralelamente por Chicxulub se puede dividir en dos secciones: Oriente y Poniente. En la zona oriente, que es la más amplia, el avance ha sido más lento, aunque no dejan de aparecer espacios que son rellenados por personas que comienzan a construir sus viviendas.

Ese espacio coincide con la zona en la que los ejidatarios del puerto tienen sus terrenos; sin embargo, debido a que es zona federal, dichos terrenos permanecen “asentados”, respetando lo que indica la Ley Federal, ya que se trata de una zona protegida, por lo que el avance de las invasiones ha sido menor.

Donde es más notorio es la zona poniente, pues incluso hay tramos de esa parte de la ciénega donde la invasión y relleno del mangle han avanzado tanto que están a punto de conectar las calles de Progreso con la carretera que conduce del puerto a Telchac, pasando por esta comisaría porteña.

Rellenos ante riesgo de lluvias

Los “dueños” de esos terrenos aprovechan todo tipo de materiales para rellenar el lugar, desde material para construcción, maderas y todo lo que puedan usar para tratar de tener un piso firme sobre el cual construir y darles cierta altura a sus casas, puesto que en épocas de lluvia el agua sube de nivel.

En 2020, cuando ocurrieron los fenómenos hidrometeorológicos que trajeron bastante agua a la entidad, las casas construidas en esta zona prácticamente quedaron bajo agua.

Prácticamente en todas las áreas de manglar de este puerto hay letreros colocados por las autoridades federales que advierten a la ciudadanía de los riesgos de devastar las zonas protegidas y del impacto ambiental que se ocasiona y se reitera que se trata de un delito.

Sin embargo, hasta ahora las autoridades federales no han podido hacer nada para controlar esta situación, lo que motiva a que más personas se decidan a extender su territorio hacia el mangle, lo anterior debido al aumento poblacional que se vive en el puerto, no solo por el natural crecimiento por nacimientos en la localidad sino por la llegada de cientos de personas de otros estados que vienen a este municipio y buscan lugares donde vivir en las comisarías, siendo Flamboyanes y Chicxulub los sitios preferidos.

Fuente: Diario de Yucatán/Abraham Ismael Raz Herrera

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