Investigadores del Tecnológico Nacional de México detectan contaminantes en pulpos en Tizimín
Investigadores del Tecnológico Nacional de México, campus local, reconocieron que han detectado contaminantes de glifosato en los moluscos, que aunque es leve y no pone en peligro la salud de los humanos, de continuar podría tornarse en un problema serio, por lo que exhortaron a crear más conciencia ambiental para proteger esta especie.
Esto fue lo que expuso el M.C. José Guadalupe Puc Cen en una conferencia impartida en el tecnológico citado, dirigida a los alumnos y expertos en el tema de contaminación marítima en el marco de la III Jornada Científica, Tecnológica y de Innovación.
Referenció que realizó los estudios pertinentes, aclarando que los pulpos que se utilizaron para tal fin fueron extraídos del medio, se les ejerció la reproducción, crianza, crecimiento y todo lo concerniente en condiciones de cautiverio y sometidos a niveles de glifosato.
José reveló que la determinación de glifosato en el rango de concentración en las muestras de El Cuyo fueron de 0.21 a 16.72 ng/ml, de San Felipe 0.4 a 34.48 ng/ml, de Las Coloradas de 0.1 a 22.38 ng/ml y de Río Lagartos de 0.2 hasta 25.12 ng/ml.
Puntualizó que todo se hizo en condiciones de laboratorio, por lo que no hicieron cuantificación de niveles de glifosato en pulpos de la Península de Yucatán, que solamente utilizaron diferentes concentraciones en estas muestras y que en ellas encontraron que no les estaba afectando, que lo que sucedía era que los moluscos consumían más alimento por tiempo, en comparación a los que no tenían concentraciones de este herbicida.
Guadalupe dijo que a la hora de subir los niveles aumentaba su respiración, comprobándose que manejan un sistema de antioxidante que hacen la eliminación de estos químicos y por ende se observa el incremento que tienen en el consumo de alimento y también de oxígeno.
Señaló que cuentan con mecanismos para la eliminación de estos compuestos químicos, pero tienen que consumir más alimento y necesitan respirar por el gasto energético, además de que se demostró que los cefalópodos no ganaban peso y que eran menores a los que no tenían niveles de glifosato, aunado a que las concentraciones que les ejercieron no les afectaron a niveles somáticos.
Por todo lo anterior, dijo que las zonas costeras se deben mantener más limpias y en óptimas condiciones, o aplicar planes para disminuir la acumulación de contaminantes. En torno a ello, recalcó que utilizaron concentraciones un poco elevadas, sin embargo, si en unos años aumenta el uso del glifosato, esas se van a sobrepasar.
Enfatizó que la clave es minimizar los índices de contaminación para seguir extrayendo estos organismos con mayor calidad y que hay que implementar mecanismos para que las especies que se extraigan no se extingan, apoyando proyectos que se enfoquen también en el cultivo y no solo en depredar.
“Si seguimos aumentando los niveles de glifosato y otros metales pesados, a la larga habrá mayor contaminación y se necesitarían hacer más estudios para verificar si realmente podría haber un daño en las especies como el pulpo maya, hay que dar pauta a la preservación del ambiente marino, cuidarlo siempre para evitar llegar a ese futuro donde las concentraciones sean mayores”, expresó.
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Fuente: PorEsto!/Luis Pech