Italia está presente en el Mundial con la Copa
En Milán se creó el trofeo desde 1970 y hasta la fecha continúan dándole mantenimiento
CIUDAD DE MÉXICO.
Italia juega el Mundial, ya sea en la cancha o fuera de ella. Se resiste a quedar en el borde y replica como puede.
Si no es con su selección, es con la manufactura de la Copa del Mundo. El trofeo ha pasado antes de llegar a Qatar por las manos suaves y expertas de los trabajadores del taller GDE Bertoni, una pequeña empresa en Paderno Dugano, Milán, que desde hace 52 años se encarga de tenerla en impecable estado.
La Copa del Mundo es la joya de la corona del taller Bertoni, que entre otras alhajas, manufactura la Champions League, la Europa League, la Copa Africana de Naciones y el trofeo del mundial de Volibol.
La Copa del Mundo es guardada con celo por la FIFA, quien durante cuatro años la tiene en sus vitrinas dentro de las oficinas en Zúrich.
La sacan cuando se realiza el tour y para despistar a cualquier ladrón, la ponen en un baúl de la marca Louis Vuitton, mientras le acompañan otros cinco baúles iguales para que no se sepa en cuál viene.
Cuando baja del avión se transporta en camionetas y se le asigna una habitación en la ciudad que visite custodiada por un aparatoso cuerpo de seguridad.
En las inauguraciones, la FIFA la enseña al mundo, lo mismo que en la clausura. La Copa de oro macizo es entonces admirada por todos y al campéon se le entrega con la condición de devolverla en los próximos tres meses.
En Bertoni recuerdan que cuando Italia la regresó en 2006, estaba seriamente dañada de la base, por lo que tuvieron que reconstruirla y aprovecharon para cambiar el formato de los nombres en redondel, pues antes se ponían en filas y de esta manera los espacios alcanzarían sólo hasta el Mundial de 2038.
En 1970, la FIFA convocó a un concurso para un nuevo trofeo. La Copa Jules Rimet se entregó de forma permanente a Brasil y el italiano Silvio Gazzaniga creo el que hasta el momento, sigue siendo el deseo más importante de los futbolistas.
La dueña actual del taller Bertoni, Valentina Losa, comenta que además de Italia, Francia también la regresó en mal estado en 2018. “Así sucede, se nota que es una copa con la que se celebró”.
La original es de oro puro, pesa seis kilos y tiene una base de malaquita de dos arillos. A los equipos después se les da una réplica bañada en oro, pero la original se hizo en este taller desde 1970 y la primera vez que se entregó fue en 1974 a Alemania”.
Explicó que cada cuatrienio se pule la copa, se desarma y se vuelve a ensamblar con bases de malaquita, “que a veces no embonan bien y requiere de un trabajo artesanal porque lo complicado es que quede exacta”. dice Losa.
Fuentes: Excelsior.