La novena nipona conquistó su tercera corona del magno evento de beisbol al destronar a Estados Unidos
Shohei Ohtani ponchó a Mike Trout, su compañero en los Angelinos en la MLB y junto con él dos de los principales rostros del beisbol en la actualidad, para consumar la más dulce de las victorias con su primer salvamento. Japón así se impuso 3-2 a Estados Unidos en la final del Clásico Mundial de Beisbol, para confirmarse como la gran dominadora del certamen con su tercera corona en la historia.
Ohtani, quien ha sorprendido al mundo del beisbol por desempeñarse como bateador y lanzador, entró en la novena para retirar los outs finales, el último de ellos ante Trout, uno de los bateadores más temibles, y a quien nunca había enfrentado, por ser compañeros de equipo.
«Ya fuera que lo sacara out o me diera un hit, no quería tener ningún arrepentimiento. Quería tirar mi mejor lanzamiento”, dijo Ohtani.
Japón, campeón en las primeras dos ediciones de 2006 y 2009, se mantiene invicto en finales. En las ediciones de 2013 y 2017 habían sido eliminados previo a la final.
En esta ronda semifinales el equipo asiático remontó a México para dejar a los tricolores en el terreno. Ayer también vinieron de atrás, aunque en esta ocasión lo hicieron de forma instantánea.
Trea Turner conectó un cuadrangular solitario en la segunda entrada que adelantó 1-0 a Estados Unidos, que aunque era visitante administrativamente, contaba con buen porcentaje de la parcialidad en el estadio de los Marlines de Mami.
La respuesta de los asiáticos vino en la parte baja de la misma con jonrón de Munetaka Murakami. Fue apenas el primer cuadrangular de la novena nipona en finales, que ganó sin volarse la barda ante Cuba en 2006, y sobre Corea del Sur en 2009. Kazuma Okamoto dio un panorámico jonrón que fue a dar al segundo piso del jardín derecho del estadio, para poner a Japón con ventaja de 3-1.
Yu Darvish, veterano lanzador de 10 temporadas en Grandes Ligas, entró a lanzar en la octava entrada, pero permitió un jonrón de Kyle Schwarber, que puso a Estados Unidos a sólo una carrera de su esperanza por ser bicampeones del evento tras coronarse en 2017.
Ohtani, quien conectó un hit en tres turnos fue y vino tres veces del bullpen al dogout para tomar turnos como bateador designado, hasta que finalmente vino en la novena para apuntarse el primer salvamento de su trayectoria.
La leyenda del estelar Ohtani sigue creciendo luego de ser novato del año en 2019, dos veces llamado al Juego de Estrellas y Jugador Más Valioso en 2021 en MLB; ayer tuvo otro gran premio al ser nombrado el Jugador Más Valioso del Clásico Mundial de Beisbol.
Fuente: Excélsior