Jornada de cruceros deja pobre derrama económica en Progreso
El doble arribo de los cruceros Valor y Brilliance of the Seas a Progreso dejó una pobre derrama económica al municipio.
Con la llegada de los cruceros Valor de la empresa Carnival, y el arribo del Brilliance of the Seas, proveniente de Gran Caimán, el día de ayer el malecón de Progreso lució con una buena cantidad de turistas extranjeros en sus playas, quienes ante el fuerte calor que se vivió durante el transcurso del día, aprovecharon para lucir sus trajes de baño.
Ante esto los prestadores de servicios dieron a conocer que realizaron ventas de regulares a malas en comparación con otros días de arribo de cruceros dobles, manifestando que por desgracia los visitantes se mostraron difíciles de impresionar con los productos y servicios del lugar, por lo que, enfrascados en bañarse en el mar o recibir los rayos del Sol en la arena, no dejaron la derrama económica que se esperaba.
De acuerdo con la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), el doble arribo de estos cruceros a Progreso comenzó con el atraco del Carnival Valor a las 7:46 horas, procedente de Cozumel, el cual zarpó a las 16:00 horas y trajo consigo a 3 mil 314 pasajeros y mil 101 tripulantes.
Posteriormente, arribó el Brilliance of the Seas a las 7:58 horas, proveniente de Gran Caimán, mismo que zarpó a las 17:00 horas, y trajo consigo a 2 mil 321 pasajeros y 853 tripulantes; ambos cruceros tienen como destino Nueva Orleans. De esta manera el día de ayer hubo un total de 7 mil 589 visitantes.
Desafortunadamente, debido a la presencia del oleaje durante la mañana, muy pocas personas decidieron ingresar al mar, lo que generó que la presencia de los visitantes no fuera tan entretenida como en otras ocasiones, pero como punto positivo el Sol se mantuvo con gran fuerza durante el día, permitiendo que el calorcito favoreciera a los venteros y meseros.
Los comerciantes del sector turístico comentaron que cada vez es más complicada la venta de sus productos entre los visitantes, quienes llegan al país con la intención de comprar todo por un solo dólar, regateando los precios y ofreciendo cantidades risibles por accesorios artesanales de alto valor comercial.
Fuentes: Por Esto.