viernes, noviembre 22

José Antonio Cetina Manzanilla: Sin miedo a los males reumáticos

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Las enfermedades reumáticas son una condición que no tienen relación con la raza, edad, situación socioeconómica o religión; aparecen sin pedir permiso y se quedan en la vida de las personas para siempre, de ahí la importancia de aprender a cómo hacerles frente.

Se han identificado cerca de 200 padecimientos reumáticos y hasta el 15% de la población puede presentarlos en alguna etapa de la vida. Puede presentarse a cualquier edad desde la infancia hasta la vejez, pero son más frecuentes durante la etapa productiva y reproductiva de la vida.

La artritis es casi inevitable, a los 40 años puede sorprendernos por el uso y desgarro de la articulación, a los 60 años todos tenemos un toque de artritis y a los 80 años la artritis nos es demasiado familiar.

Se considera que en la atención de un paciente reumático se invierte cerca del 33% del ingreso familiar.

Variable importante

Es importante la detección oportuna y el tratamiento adecuado de la enfermedad reumática, esto permite evitar mayor daño articular y tener un mejor pronóstico. En este sentido, existe un período de tiempo que se conoce como “la ventana de la oportunidad”, variable en duración de acuerdo al padecimiento que se trate; a manera de ejemplo, esta ventana es de aproximadamente de tres a seis meses en la artritis reumatoide, esto indica que a futuro tendíamos que tratar el daño tisular y/o articular ya establecido fuera de esta ventana de oportunidad.

Artritis y reumatismo no son términos diagnósticos, se emplean para caracterizar a un conjunto de síntomas y signos que afectan al sistema musculoesquelético en grado variable, en consecuencia no aceptes tal término como diagnóstico, pues es necesario ponerle nombre y apellido, esto significa que tu médico ha identificado tu padecimiento.

En las enfermedades reumáticas el paciente es el centro de atención (núcleo) de una estructura, en la que el apoyo de la familia, la orientación médica y el tratamiento multidisciplinario con un médico entrenado en la disciplina de la Reumatología y personal de rehabilitación se relacionan con el paciente.

1977 fue reconocido como el Año Mundial del Reumatismo, en ese entonces no disponíamos de los elementos diagnósticos de laboratorio y estudios de imágenes tan precisos como los que contamos actualmente. Los recursos para el tratamiento eran escasos, actualmente se han modificado favorablemente, sin embargo nos encontramos ante la disyuntiva de desabasto de medicamentos y frecuentemente falta de accesibilidad a los mismos. A 46 años de haberse declarado el Año Mundial contra el Reumatismo y establecer el compromisos para la recuperación del paciente, nos hace falta mucho por hacer a pesar de nuestros progresos en el conocimiento de estas enfermedades, la causa por la cual se producen y cómo evitar su progresión.

Persiste la charlatanería y falsos profesionales de salud que ofrecen curas inexistentes, esto solo se puede combatir con información médica y divulgación sobre la situación real de estas enfermedades a nuestros pacientes, sus familiares y a la sociedad.

No existe una cura milagrosa en las enfermedades reumáticas. No estás solo, tu familia los grupos de autoayuda y tu médico participan en tu recuperación; cuidados hoy, curación mañana.

Reumatólogo, Núcleo Familiar del Paciente Reumático. Correo electrónico: drjosea.cetinam@gmail. com

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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