La ketamina puede utilizarse para tratar la depresión y suele administrarse por vía intravenosa o, en algunos casos, mediante un aerosol nasal. Un nuevo ensayo demostró que una formulación en comprimidos de liberación prolongada reduce los efectos adversos asociados a esos tipos de administración.
Se trata de un ensayo clínico en fase 2 liderado por la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, cuyos resultados se publicaron ayer en “Nature Medicine”: la ketamina en pastillas se mostró eficaz contra la depresión resistente a otros tratamientos.
La ketamina que se administra vía intravenosa o mediante aerosol nasal puede causar disociación, hipertensión y taquicardia poco después de su aplicación.
Paul Glue y su equipo diseñaron un ensayo clínico para evaluar la seguridad y eficacia de una nueva formulación de ketamina oral, ingerida como comprimido (llamado R-107), que puede administrar el fármaco más lentamente en la sangre de pacientes con depresión resistente al tratamiento.
Los investigadores observaron que esta formulación reducía los efectos adversos asociados a la administración intravenosa e intranasal, y evitaba la recaída en la depresión en pacientes con resistencia a la terapia.
Un total de 231 personas entraron en la primera fase del ensayo, en la que los participantes recibieron 120 miligramos de la nueva formulación durante cinco días para identificar a los que respondían al tratamiento.
Éstos eran los que mostraban una reducción del 50% o más en sus puntuaciones de la escala de depresión de Montgomery-Asberg, un cuestionario de diagnóstico que mide la gravedad de los episodios.
Los 168 pacientes que respondieron pasaron a la segunda fase, en la que se les asignó aleatoriamente al grupo que siguió tomando R-107 o a uno de placebo.
Durante la fase aleatorizada del estudio la mayoría de las dosis a los pacientes se aplicaron en casa.
Los investigadores descubrieron que el 71% de los pacientes del grupo del placebo experimentó una recaída en la depresión al cabo de 13 semanas, en comparación con el 43% de los que recibieron 180 miligramos de R-107 dos veces por semana. La tolerabilidad fue excelente, sin cambios en la presión arterial y mínimos informes de sedación y disociación.
Los eventos adversos más comunes fueron dolor de cabeza, mareos y ansiedad.
Los autores concluyen que el uso de una formulación de ketamina de liberación prolongada vía oral puede ser ventajoso en términos de menos efectos adversos y más comodidad para la administración en la comunidad.
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán