sábado, septiembre 21

»La fe católica ayuda a reinsertarnos»: Cristo del Cereso de Mérida

0
99

William cargó una cruz de 90 kilos durante la representación de La Pasión en el penal

Desde hace tres semanas, William comenzó con su preparación para reencarnar a Cristo, pero en realidad desde hace años ha reflexionado sobre su responsabilidad hacia las otras personas. Ser parte del viacrucis del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida es una experiencia que, asegura, lo prepara para regresar a las calles siendo una mejor persona.

“Por malas decisiones de la vida estamos acá y creo que eso nos ayuda a cambiar nuestra forma de ser, el director del Cereso, José Brito, hace muchas actividades para poder reinsertarnos a la sociedad y una de ellas es la fe católica y creo que ha sido de mucha ayuda. Yo lamentablemente estoy aquí por drogas, caí en el vicio y estoy cumpliendo una condena, pero esperemos que me vaya pronto y me pueda reinsertar a la sociedad”, comentó el joven de 27 años encargado de tomar el papel de Jesucristo en la representación.

Como William, al menos 60 internos más participaron en el viacrucis, un pequeño recorrido que recrea lo vivido por Jesús previo, durante y después de la crucifixión.

“Cada compañero que nos echa la mano es un pedazo de Dios… y así nos echamos la mano uno a otro, ya sea urdiendo, trabajando y esa es la reflexión que dejamos”, dice William al finalizar el evento.

Internos convertidos en actores recrearon cada escena de la crucifixión, desde el juicio hasta la muerte de Jesús, todos ellos en coordinación, armonía y comprometidos con su papel.

Para los personajes femeninos se incluyó la participación de mujeres internas en el Cereso femenil.

Bajo un sol que provocó temperaturas de más 30 grados, William cargó una cruz de 90 kilos por los espacios del Cereso mientras internos y familiares apreciaban el viacrucis.

Se trata de una práctica que ya se ha convertido en tradición y que llama a las personas privadas de la libertad a la reflexión.

“Con este acto de amor Jesús nos recuerda que Dios nunca nos dará una cruz que no podamos cargar”, dijo el narrador durante la obra.

Los internos del Cereso se muestran emocionados por participar en las actividades de Semana Santa porque aseguran es un acto de contricción que los acerca a Dios y les ayuda a ser mejores personas.

A muchos de los participantes les quedan condenas de varios años por cumplir y ven este servicio como una forma más llevadera de seguir el proceso de reinserción.

William asegura que saldrá en dos años y estará listo para culminar su carrera y seguir aportando a la sociedad en distintas áreas.

Fuente: La Jornada Maya/Astrid Sanchez

Leave a reply