lunes, enero 20

La primera redada antimigrante de la administración Trump será en San Diego

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El objetivo será deportar al mayor número posible de migrantes, así como crear un clima de “convulsión y pavor”

La administración entrante del presidente Donald Trump planea lanzar su primera redada masiva en la frontera con México en el condado de San Diego, vecino de Tijuana, Baja California, de acuerdo con el servicio Bloomberg.

Las redadas llevan el nombre de Operación Salvaguarda con oficiales de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), pero la administración entrante también ha invitado a agentes de otras instituciones.

El director del albergue Juventud 2000, José María Chema García Luna, dijo a Excélsior que la red de organizaciones civiles y refugios para migrantes en la ciudad fronteriza carece de capacidad para enfrentar las deportaciones masivas que se anticipan.

Si ahora tenemos el albergue lleno con familias y personas que vienen de sur a norte en busca de cruzar la frontera a Estados Unidos, no tendremos ni la infraestructura ni los recursos necesarios para poder ayudar a migrantes que serían deportados, mucho menos si son deportados masivamente”, dijo García Lara.

Tanto el presidente electo como funcionarios del gobierno entrante han mencionado que el objetivo de las redadas será tanto deportar al mayor número posible de migrantes sin autorización para estar en el país, como crear un clima de “convulsión y pavor” para las comunidades indocumentadas.

Para ese efecto, se espera que los agentes de migración realicen redadas altamente visibles y llamativas, por ejemplo en fábricas y sitios donde concurre la comunidad migrante.

Hasta ahora las autoridades de migración evitaban hacer arrestos en iglesias, hospitales y tribunales, entre otros sitios considerados altamente sensibles, pero la administración entrante ha reiterado que cancela esa restricción.

TRUMP ALISTA OLA DE DECRETOS PARA FRENAR A MIGRANTES

En cuanto asuma hoy la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, emitirá unas cien órdenes ejecutivas que equivalen a una profunda transformación del país, y en migración se traducen en el fin del proceso de asilo, obstáculos sin precedentes a la migración y el inicio de la mayor deportación masiva de la historia.

Al menos cuatro órdenes pondrán fin a la migración como se conoce hasta ahora en la región. Trump reactivará hoy el Título 42, que prohíbe a las personas que crucen la frontera entregarse a oficiales de la Patrulla Fronteriza para, al rendirse, iniciar un proceso de asilo.

Los migrantes que crucen en busca de asilo serán devueltos de inmediato al lado mexicano sin aceptar su petición de refugio y bajo advertencia de que, de intentar entregarse nuevamente, podrían enfrentar cárcel y un periodo de años sin autorización a buscar nuevamente refugio en Estados Unidos.

El republicano planea cancelar con otra orden ejecutiva todo el proceso de asilo, y quienes durante la administración Biden cruzaron la frontera estarán entre los migrantes que la administración Trump primero planea deportar, de acuerdo con el zar de la frontera, Tom Homan.

Trump también firmará una orden ejecutiva para instalar nuevos centros de detenciones en los estados fronterizos. Adicionalmente una orden más será para terminar de construir el muro.

Una orden más activará recursos para la deportación masiva.

Según Homan, los primeros migrantes que serán deportados son quienes ahora purgan condenas en cárceles y los que se encuentran en libertad condicional.

Mientras que los migrantes presos que serían deportados suman unos 250 mil, y quienes esperan poder pedir asilo son seis millones. También están quienes agotaron posibilidades de apelar y siguen en el país por ser cónyuges y padres de ciudadanos.

Ellos son ubicables pues están en libertad condicional, la mayoría con grilletes electrónicos.

El Departamento de Seguridad reportó que cerca de un millón han vivido en Estados Unidos con Estatus de Protección Temporal ante deportaciones (TPS). La mayoría migrantes de El Salvador, Honduras y Haití.

Sobre migrantes no autorizados con hijos y cónyuges estadunidenses, Homan dijo que preferiría que se autodeportaran con su familia completas, para evitar la separación.

El zar fronterizo, también el encargado de la deportación, confirmó que a la administración Trump no detendrá que ciudadanos estadunidenses, hijos y cónyuges, tengan que vivir en el extranjero para mantener la unidad familiar.

Por su parte el jefe de políticas el gabinete de Trump, Stephen Miller, arquitecto de toda la política migratoria trumpista, ha dicho que espera una deportación de por lo menos un millón de personas durante el primer año.

Una medida que Miller planea impulsar es despojar de la nacionalidad estadunidense a los inmigrantes naturalizados con antecedentes penales. La sanción la tendrían, por ejemplo, quienes en algún momento en su vida en Estados Unidos hayan sido detenidos al conducir con un nivel de alcohol por arriba del permitido.

Nota original aquí

Fuente:  Excelsior

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