miércoles, octubre 23

Lactar favorece la salud dental

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Ayuda a prevenir los trastornos que afectan la dicción

“Si todos los humanos recibiéramos seno materno al menos hasta el primer año de vida, no existirían tantos problemas de salud bucodento-maxilar”, señala la doctora Elizabeth Álvarez Barallobre, integrante del comité ejecutivo de la Asociación Dental Yucateca.

Consultada con motivo de la Semana de la Lactancia Materna —que comenzó el martes pasado y finalizará mañana lunes— y la relación que esa práctica tiene con la salud bucodental, la doctora Álvarez explica que, con excepción de las malformaciones congénitas, la mayoría de las patologías bucales son prevenibles, y que respirar, succionar y deglutir son los primeros reflejos que tiene una persona al nacer.

Circuito de ejercicios

“Cuando un bebé se pega al pecho de su madre para ser amamantado, empieza un verdadero circuito de ejercicios neuromusculares que ayudan a que su sistema estomatognático (dientes, huesos, músculos, ligamentos, lengua, mejillas, frenillos, senos paranasales, glándulas salivales, orofaringe…) crezcan y se terminen de desarrollar de forma perfecta y armónica”, subraya.

Amamantar, continúa, fomenta la respiración nasal y evita la respiración bucal, la cual a la larga trae problemas de ronquidos, resequedad, faringo-amigdalitis, rinofaringitis, amígdalas hipertrofiadas y mal aliento.

También obliga a adoptar la correcta posición de la lengua en el paladar y evita la colocación que se relaciona con la mala pronunciación de algunos fonemas, como la R y la S; además, una lengua mal posicionada con el tiempo empieza a empujar los dientes frontales hacia adelante y causa mordida abierta, es decir, los dientes frontales superiores e inferiores no hacen contacto, con el consiguiente mal sellado de los labios y el babeo.

La experta indica que otra ventaja de amantar es que ayuda a que el maxilar y la mandíbula tengan buen tamaño, y haya suficiente espacio para que erupcionen los dientes. “El pecho materno moldea estos huesos, haciéndolos de tamaño transversal adecuados, evitando paladares profundos y/o colapsados, y por lo tanto que haya menos probabilidades de tener dientes en mala posición”.

Otro punto a favor, agrega la doctora Álvarez Barallobre, es la cantidad de neurotransmisores que se liberan durante este acto, como la oxitocina (hormona del apego) y la dopamina, endorfina y serotonina (hormonas del bienestar).

Elizabeth Álvarez Barallobre es también integrante activa de la Asociación Dental Mexicana y la Federación Nacional de Colegios de Cirujanos Dentistas, A.C. Ofrece consulta con citas por WhatsApp al número 9999-65-26-72.— IVÁN CANUL EK

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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