lunes, octubre 7

Le dejan un mono araña “bebé” en la puerta: Profepa lo rescata

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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en Yucatán rescató a una cría de mono araña que fue abandonada en Mérida.

El ejemplar de la familia Ateles geoffroyi fue hallado en la puerta de un domicilio en la capital yucateca, cuyos habitantes lo reportaron a las autoridades.

Mono araña “bebé” en Mérida

Según información publicada en las redes sociales de la Procuraduría, el ejemplar tiene entre uno y dos meses de edad y no cuenta con algún sistema de marcaje que identifique su procedencia, por lo que se cree que nació en cautiverio, en propiedad de particulares.

La dependencia reportó que el animal está en aparente buen estado de salud y fue canalizado a un Predio o Instalaciones que Maneja Vida Silvestre (PIMVS) para su vigilancia médica y rehabilitación.

Mono araña. Descripción de la especie

Según una ficha de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, el mono araña pertenece al grupo de primates con mayor tamaño corporal, miden entre 35 y 45 cm de estatura y su cola puede alcanzar los 85 cm. Su peso oscila entre los 7.5 y 8.2 kilogramos cuando son adultos.

Es de constitución delgada con extremidades largas en comparación al tamaño de su cuerpo. Su cabeza es relativamente pequeña. Los machos carecen de barba, poseen una cola cuya parte interior está desnuda, que utilizan como quinto miembro para desplazarse ágilmente entre los árboles con sus típicas “acrobacias”.

En la espalda presenta una coloración oscura, en la región abdominal posee un color más claro, por lo que es llamado mono panza blanca, además de presentar una especie de mechón en la parte superior de la cabeza y una coloración clara en la zona que rodea los ojos.

En México se encuentran dos de las subespecies de Ateles: Ateles geoffroyi vellerosus y Ateles geoffroyi yucatanensis, ambas especies se les da el nombre común de monos araña o changos.

¿Qué comen los monos araña?

Es una especie esencialmente frugívora. Los frutos constituyen cerca del 80‐90% de su dieta diaria, el resto es aportado por hojas. Asimismo, complementan su dieta con semillas, yemas florales, hojas, raíces aéreas, miel e insectos. Sin embargo, en hábitats fragmentados se pueden alimentan de hojas más que de frutos debido a la baja disponibilidad de éstos.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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