Pese al fuerte despliegue de 600 elementos del Ejército y la Guardia Nacional, no han sido las fuerzas federales quienes han rescatado a los pobladores.
El secuestro masivo de familias enteras desde las primeras horas del pasado viernes ha tenido a la población de Sinaloa en la zozobra. Los criminales que privaron de la libertad a 66 personas en colonias de Culiacán han ido liberando paulatinamente a las víctimas y, al cierre de esta edición, sumaban 58 personas puestas en libertad y aún ocho sin aparecer.
Pese al fuerte despliegue de seguridad, con el envío de 600 elementos del Ejército y la Guardia Nacional, apoyados con dos helicópteros, no han sido las fuerzas federales quienes han rescatado a los pobladores, sino los propios delincuentes quienes los han ido liberando.
Este domingo, a través de su cuenta de X, el gobernador Rubén Rocha informó que “ya se han localizado 58 personas (36 adultos, 22 niñas y niños) de las 66 ausentes, quedando 8 personas aún con el carácter de desaparecidas”.
El mandatario estatal –quien el viernes trató de minimizar los hechos señalando que “son cosas que lamentablemente ocurren”– agradeció “el apoyo constante a las fuerzas federales, Ejército, Guardia Nacional y Fiscalía General de la República”, y señaló que se mantendría el operativo de búsqueda “hasta encontrar a las personas aún pendientes de localizar”.
Destacó que el total de niñas y niños ya se encuentra en sus hogares.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Gerardo Mérida Sánchez, informó que entre las ocho personas aún por ser localizadas están dos hombres: Miguel Ángel, de 58 años de edad, y Juan Alfredo Beltrán Barraza, de 56 años, ambos originarios de la comunidad de La Noria.
Añadió que los operativos coordinados entre las autoridades locales y fuerzas federales continuarán, pues es prioridad la localización de la totalidad de las personas.
Durante las primeras horas del viernes, las familias fueron sacadas de sus domicilios en las comunidades rurales de la sindicatura de Imala y Sanalona, al poniente de Culiacán, lo que obligó a la intervención del Ejército y la Guardia Nacional a realizar un operativo especial de búsqueda.
Sin que fueran rescatadas por los efectivos militares o policiacos, las familias fueron liberadas por sus captores entre viernes y sábado en varios puntos de la ciudad; algunas fueron apoyadas para regresar a sus domicilios, mientras que otras prefirieron regresar por su propio pie.
Hasta el momento, las personas que fueron liberadas se han negado a presentar denuncia formal en la fiscalía del estado. Sólo hubo dos denuncias formales el día de la desaparición de las personas.
Este hecho de violencia se da después de que días antes, el 21 de marzo, tres personas fueron asesinadas –dos de ellas decapitadas– en la sierra de Badiraguato, Sinaloa. En el sitio también se reportó una camioneta calcinada con cientos de orificios de balas de alto calibre.
De acuerdo con reportes de inteligencia federal, en el estado se disputan la plaza las dos fracciones del Cártel de Sinaloa; por una parte, Los Chapitos, hijos de Joaquín Guzmán Loera, y por otra, la gente de Ismael el Mayo Zambada y sus sicarios, conocidos como Los Rusos.
Con información de Carlos Velázquez/Corresponsal
Fuente: El Financiero