El argentino presenta rasgos leves que le ayudan a concentrarse sólo en los goles.
¿Qué tienen en común los físicos Isaac Newton y Albert Einstein con el astro del futbol moderno Lionel Messi?
Además de figuras enigmáticas e indiscutibles objetos de estudio, ellos comparten una característica que los hacen referentes de su campo: el autismo de los genios.
Clínicamente este tipo de autismo es leve y se le denomina Asperger.
Aunque se trata de un trastorno que altera la interacción social, es posible un lenguaje fluido, pero con una capacidad intelectual convencional o superior a la media de la población.
Oficialmente el entorno de Lionel Messi no se ha pronunciado respecto a esta condición, pero todo comenzó por una filtración periodística que señaló que a La Pulga, a la edad de nueve años, se le diagnosticó Asperger, además del ya conocido padecimiento por deficiencia de la hormona de crecimiento y que años posteriores se solventó con apoyo del Barcelona.
El periodista argentino Roberto Amado, según recopiló el sitio Goal Argentina, documentó en su investigación una cita del supuesto informe médico que afirmaba que Messi era portador de Asperger.
Incluso el mito que rodea a Leo y el autismo remite a una anécdota con la que el argentino hizo desbordar su calidad y va a la par del atípico precontrato firmado en una servilleta. Tras los diagnósticos médicos, el padre de Messi le pidió que solamente se concentrara en la pelota, por lo demás él se encargaría. Así lo hizo, Messi dentro del campo demostró que podía jugar asociativamente y hablar con goles, mientras que fuera de las canchas, hasta la fecha, es introvertido.
La polémica por esta investigación no se hizo esperar. La opinión pública recriminó al periodista que sólo buscaba una interpretación del fenómeno que representaba en aquel entonces el estrella del Barcelona.
Ni el campeón mundial Romario da Souza evitó las críticas, luego de un tuit en septiembre de 2013, en el que atribuyó la magia de La Pulga con la condición de autismo.
«¿Ustedes sabían que Messi tiene el síndrome de Asperger? Es una forma leve de autismo, que le concede el don de la concentración por encima de todo y de todos”, dice el tuit del brasileño.
Messi no habrá postulado la Ley de la Gravedad ni formulado la teoría de la Relatividad, pero sí demostraría que una variante del autismo no es una limitante en el deporte, todo depende del talento.
Jugador irlandés con autismo a los 33 años
Las historias en el futbol mundial tienen que ver de igual forma con el autismo.
El jugador irlandés, James McClean desveló a los 33 años que padece autismo, mientras es jugador del Wigan de la Premier League inglesa.
Todo sucedió porque a su pequeña hija Willow-Ivy, le diagnosticaron autismo, así que él se sometió a dichas pruebas y el diagnóstico fue el mismo.
Mientras ayuda a su hija a enfrentar este trastorno, James McClean aprendió sobre cómo sobrellevarlo ante la sociedad y a la par, poder jugar como defensa lateral.
Fuente: Excélsior
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