Inicio YucatánLlamadas falsas al 911 disminuyen en Yucatán; la mayoría de las reales denuncian violencia de género

Llamadas falsas al 911 disminuyen en Yucatán; la mayoría de las reales denuncian violencia de género

Durante el primer semestre del año, Yucatán se mantuvo entre los estados con menor número de llamadas al 911, tanto en reportes reales como en aquellos improcedentes, según el informe más reciente del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

por Luis Carmona
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La entidad acumuló cerca de 700 llamadas por cada mil habitantes, lo que representa el 2.5% del total nacional y un promedio de 9,674 llamadas por cada 100 mil personas, cifra inferior al promedio del país.

El estudio también revela una baja del 1.6% en llamadas no válidas, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Dentro de este rubro se incluyen comunicaciones en silencio —que constituyen el 60%—, bromas, errores de marcación, problemas técnicos o llamadas sin contenido de emergencia. En este apartado, Yucatán se posicionó en el lugar 15 a nivel nacional.

Por el contrario, los reportes válidos al número de emergencias aumentaron un 2.6%, lo que ubicó al estado en la onceava posición del país. De estos reportes, más de la mitad se relacionaron con situaciones de seguridad, el 11.5% con necesidades médicas, y el 24.3% con otras asistencias, lo que confirma el papel integral que juega el 911 como canal de atención inmediata.

Violencia de género: la principal causa de auxilio

A pesar de que las cifras generales muestran un buen desempeño, los datos relacionados con violencia familiar y de género generan preocupación. Entre enero y mayo, más de 1,300 mujeres en Yucatán solicitaron apoyo al 911 debido a agresiones dentro de la familia, violencia de pareja, acoso o violación. El promedio diario alcanza hasta 80 llamadas de este tipo, especialmente en municipios como Mérida, Kanasín, Progreso, Ticul, Valladolid y Tizimín.

Los registros oficiales indican que se recibieron 716 reportes por violencia de pareja, 260 por violencia familiar, 165 por violación y 218 por acoso u hostigamiento sexual. Sin embargo, en el mismo lapso, la Fiscalía General del Estado únicamente abrió 24 carpetas por violencia familiar y 8 por violencia de género. Esta diferencia refleja las barreras que enfrentan las víctimas para formalizar sus denuncias, ya sea por temor, desconfianza o falta de información.

Estrategias para atender la violencia

En respuesta, el gobierno estatal ha reforzado su red de apoyo para mujeres en situación de violencia. Una de las medidas más destacadas ha sido la transformación de los antiguos Centros Violetas en Centros LIBRE de Violencia, actualmente con presencia en 31 municipios estratégicos como Mérida, Kanasín, Valladolid, Peto, Tizimín, Tekax, Oxkutzcab, entre otros.

Estos centros ofrecen atención integral a través de personal capacitado en áreas como trabajo social, psicología y asesoría legal, y tienen como objetivo canalizar adecuadamente cada caso según las necesidades de la víctima.

Además, se ha fortalecido la Línea de las Mujeres (079), un servicio gratuito, disponible 24/7, que ofrece orientación y asistencia inmediata en situaciones de riesgo.

Retos persistentes

A pesar de los avances en infraestructura y atención, especialistas destacan la necesidad de mejorar el acceso a estos servicios en comunidades rurales, especialmente entre mujeres mayahablantes. También subrayan la importancia de fortalecer la coordinación entre instancias como el 911, la Fiscalía, los servicios de salud y los programas sociales, así como capacitar al personal de respuesta con perspectiva de género.

En zonas rurales y municipios pequeños, las víctimas enfrentan obstáculos adicionales como la falta de transporte, el desconocimiento de sus derechos, temor a represalias o barreras idiomáticas.

Aunque Mérida y su zona metropolitana concentran la mayoría de los reportes, también hay focos de alerta en áreas costeras como Progreso, donde el acceso a justicia y protección sigue siendo limitado. Varias mujeres reportan demoras en la llegada de las autoridades tras la llamada al 911 o intervenciones poco efectivas que no logran frenar el ciclo de violencia.

Más allá de las estadísticas

Yucatán mantiene un nivel bajo de llamadas falsas y una carga moderada de emergencias en comparación con otras entidades. No obstante, la violencia hacia las mujeres continúa siendo un problema persistente. El verdadero desafío no es solo contabilizar reportes, sino lograr que cada llamado de auxilio genere una respuesta efectiva, que garantice protección, justicia y acompañamiento.

Para muchas mujeres, levantar el teléfono y llamar al 911 representa una decisión valiente, cargada de esperanza pero también de miedo. En ese gesto se mide no solo la eficiencia del sistema, sino también la capacidad del Estado para ofrecer una salida real a la violencia.

Redacción: Yucatánalamano.

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