Esperanzas en una demanda mayor de frutas
En esta temporada diversas frutas dan aroma y color a los mercados Lucas de Gálvez y San Benito. Norma Uc es ventera de la zona y cuando tenía siete años de edad comenzó a acompañar a su mamá a vender. Tiene su propio puesto desde hace varios lustros y ofrece mamey, una de las frutas atractivas de temporada.
Para atraer a los clientes les ha hecho el clásico corte para dejar ver su tonalidad naranja intenso. Lo vende en dos por $10.
La comerciante apunta que el mamey es un fruto que está de temporada unos cuatro meses y hay quienes esperan con ansias el momento para disfrutarla. Ella los trae de Akil.
También tiene a la venta ciruelas en sus dos variedades más populares, pero dice que casi no se venden porque justamente como es temporada de este fruto, hay en abundancia y mucha competencia para vender.
En general, asegura que las ventas han estado muy bajas, mucho más que en años anteriores, y no saben por qué.
Norma vende también otro tipo de mango llamado imperial, que señala es yucateco y casi no hay, por lo que quienes lo ven y lo conocen no dudan en comprarlo porque tiene un sabor muy rico. Esta variedad la trae de Hunucmá.
Estos frutos de temporada llenan de color los mercados municipales. Aunque las ventas no han sido lo que los comerciantes esperaban, hay la ilusión de que las cosas mejoren, que los yucatecos y visitantes aprovechen a consumirlos, pues no se encuentran en cualquier época del año.
Ciruelas, mameyes y mangos le dan color al mercado
Una pintoresca imagen en tonalidades naranjas, verdes y rojas se puede mirar en los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, donde las frutas de temporada como mangos, mamey, ciruela, huaya, limón dulce y china lima inundan las pupilas de colores.
Sus pasillos están llenos de oferentes de estos frutos, que son los que abundan en estas fechas.
La ciruela es una de las más pregonadas, ya que hay en abundancia, y de varios tipos. La chiabal, que a decir de los vendedores es la favorita de los yucatecos, es la que más se pregona y vende.
“¿Qué va a querer? tenemos ciruela, es chiabal, ¡llévelo marchante!”, se oye decir una y otra vez a los venteros y venteras.
“También tenemos tuxpana, mamey, mango, ¿qué va querer?” es otra de las frases recurrentes.
En la entrada del mercado Lucas de Gálvez abundan los vendedores de frutas, en ese pasillo colmado de puestos, se pueden comprar mangos, mameyes, ciruelas, maracuyá, marañón, plátanos y manzanas, entre otros.
Cada puesto maneja un precio distinto de venta, lo mismo se puede ver el que ofrece el mamey a tres por $25, que aquel que los da a cuatro por $20.
Y el mango varía mucho en precio dependiendo de si se vende por montón o por kilo, y acorde al tipo de mango. En el interior del mercado el precio del mango está desde $14 el kilo del manila y el ataulfo a $19 el kilo.
En uno de los pasillos encontramos a María, una mestiza de edad avanzada quien tiene varios años vendiendo en el sitio, y que con una sonrisa ofrece los productos que trae de Kanasín.
Limón dulce
Además de la clásica ciruela de temporada y los mangos, ella tiene en venta el limón dulce, es una de las pocas que tiene este producto, ya que cuenta apenas está comenzado la temporada y hay poco. Lo ofrece a tres por $20.
Dice que quienes lo conocen son los que lo compran, pues hay muchos que nunca han probado este fruto. Lo mismo ocurre con la china lima, que señala es medicinal, aunque no supo decir qué cura, “así me tienen dicho desde hace mucho, que cura, pero no sé qué”.
Siete piezas de china lima las vende en $40. “Está caro, porque todavía está empezando”. Señala que el mango y la ciruela es lo que más vende en estos días.
Si se avanza un poco más hacia el pasillo que divide el mercado Lucas de Gálvez con el San Benito, se encuentra con otro bloque de venteros de frutas, con palanganas llenas de ciruelas.
Bertha, quien vive en Caucel pueblo, es una de las mestizas que pregona las frutas de temporada que tiene a la venta. Además de la ciruela chiabal que se caracteriza por ser pequeña, tiene la tuxpana. Vende el plato en $15.
Asegura que los gustos de la gente varían mucho, pues hay quienes prefieren la chiabal y otros optan por la tuxpana, por lo que se venden más o menos parejo.
A la mayoría de las personas les gusta comerlas con chile en polvo, pero hay algunos que la compran para hacer dulce.
La comerciante tiene en venta la huaya terciopelo, una muy pequeña, que algunos llaman “país”, y que es muy dulce lo que agrada a muchos. El plato se vende en 25 pesos.
José Pech, quien compró su plato de ciruelas y luego se decidió a regresar por las huayas, señala que le gustan mucho por su dulzura, aunque el precio es un poco elevado.
Si de mango se trata Bertha tiene varias variedades para ofrecer a los compradores, el “pico de loro”, uno alargado con tonalidades entre amarillo y verde que ofrece a cinco por $20 los medianos o seis por $40 los grandes; el llamado manguito de anís a cinco por $20; y el manila, que trae de Hunucmá, a $25 siete piezas.
Fuentes: Diario de Yucatán.