A dos meses del inicio de los trabajos de remozamiento de la Plaza Grande, en el Centro Histórico de Mérida, ya se puede ver el creciente camino de adoquines rojos que recorrerán el paso vehicular de la manzana.
Los trabajadores, luego de afrontar el calor extremo, ahora tienen que trabajar rápidamente antes que caigan las lluvias, que éstas han frenado las labores en varias ocasiones.
Las obras deberían finalizar en noviembre; sin embargo, es probable que la intensa temporada de lluvias pueda impactar en el tiempo de duración de los trabajos, comentó uno de los trabajadores de la obra.
Al ser un trabajo en la intemperie, cuando llueve las decenas de trabajadores deben parar y resguardarse en los establecimientos cercanos a la obra, para luego continuar con sus labores.
Así pues, anteayer lunes se mantuvo cerrado el paso peatonal en la calle 63 imposibilitando el tránsito hacia lugares como el Museo Casa Montejo.
Muchos transeúntes hicieron caso omiso a las cintas naranjas y las levantaron para pasar, aunque fuera entre escombros, maquinaria y las indicaciones de los mismos trabajadores.
Por otra parte, se comenzó a desmantelar la única banqueta de la Plaza Grande que faltaba, que se ubicaba sobre la calle 62.
En un recorrido aún se mira mucho desorden entre los escombros que deja la obra y que se combina con la basura que tiran las personas ahí.
Fuente: Diario de Yucatán