Al momento de morir, ¿de verdad se acaba todo o sucede algo más? Porque existen relatos de sucesos espeluznantes que han dado fama de lugares embrujados en Yucatán que te contaremos a continuación, donde algunas personas que han atestiguado actividad paranormal, se cuestionan si hay vida después de la muerte.
Y es que el más reciente estudio de Ipsos Group Religión 2023: Creencias alrededor del mundo, realizado en 27 países, muestra que México sigue siendo un país religioso donde la mayoría cree en la existencia del cielo, el infierno y los espíritus.
Lugares embrujados en Yucatán: ¿hay vida después de la muerte?
Y aunque el 85% de mexicanos encuestados por la multinacional de investigación de mercados y consultoría con sede en Francia, cree en Dios o en una fuerza superior, el 65% cree también en espíritus sobrenaturales que conviven con los encarnados en este plano físico.
A nivel regional, el Sondeo Megamedia 2023, reveló que cerca del 80% creen en la existencia de las ánimas o los espíritus.
Así, las visiones de apariciones espectrales y actividad paranormal en los lugares embrujados en Yucatán, refuerza la creencia de que hay vida después de la muerte.
Algunos le llaman consciencia, alma o espíritu, pero Platón, filósofo griego, lo denominó “principio inmortal que queda sano y salvo cuando el cuerpo físico se extingue”.
Porque “la vida eterna es la vida del espíritu; la del cuerpo es transitoria y pasajera. Cuando el cuerpo muere, el alma regresa a la vida eterna”, apunta el intelectual francés Allan Kárdec.
Leyendas de aparecidos en Yucatán
No obstante, las leyendas de aparecidos están muy arraigadas también en la cultura popular, ya que sentimos fascinación por lo incierto y misterioso, explica Pablo Fernández Christlieb, académico en la Facultad de Psicología de la UNAM.
Lo cierto es que hay cosas que la ciencia no puede analizar, pero eso no significa que no sucedan.
Y existen varios relatos de lugares embrujados en Yucatán que extiende el enigma de otra vida después de la muerte que linda e interactúa con nuestro plano o dimensión, al abrir un portal para observar y hay quienes aseguran que hasta convivir con seres desencarnados y te las contamos a continuación.
Hacienda San Pedro Cholul
Popularmente conocida como Hacienda San Pedro Cholul, en Mérida, su verdadero nombre es Hacienda de Cancabchén Casares de Sitpach, se ubica sobre la carretera Cholul-Santa María Chi, pocos metros antes del lujoso fraccionamiento Parque Central.
El tiempo y el abandono causaron mella en la otrora esplendorosa hacienda en la época del henequén, cuya decadencia habría empezado tras la violación de una joven casadera.
Aunque la versión más extendida dice que el abuso fue cometido por un capataz de nombre José, el bisnieto de un involucrado indica que fue el mismo dueño de la hacienda quien perpetró el crimen.
Y cuando el novio y prometido de la víctima, de origen humilde, se enteró fue a buscar apoyo con amigos y peones para asesinar al culpable, meta que consiguieron.
Sin embargo se dice que no pudo con la culpa y terminó suicidándose.
La familia de novio, presa del dolor, acudió a prácticas de brujería para lanzar una maldición sobre la Hacienda de San Pedro Cholul que habría propiciado su declive.
Desde entonces, varias personas refieren que se aparece una persona de sexo masculino que ronda el segundo piso y en los patios de este lugar embrujado de Yucatán.
Versión oficial de la Hacienda de Cancabchén Casares de Sitpach
La versión oficial sobre lo que dio origen a los extraños sucesos que ahí ocurren, de acuerdo con varias personas, está en una investigación del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas).
En el libro Apuntes sobre la historia olvidada de Cholul, Kanasín, San José Tzal y Umán, donde indica que la propiedad era de Manuel Rodríguez Solís, un coronel retirado.
Y que ahí se registraron “varios procesos por abuso de autoridad se le habían levantado, pues amenazaba de palabra a sus sirvientes, les propinaba castigos físicos muy fuertes y los hacía víctimas de toda clase de abusos”.
“Hasta que el 13 de mayo de 1873, un grupo de sirvientes lo mató a hachazos a plena luz del día”.
Sin embargo Paul Sullivan cuenta otra historia en el libro La vida y muerte de Bernardino Cen sobre la Hacienda de San Pedro Cholul, dice que el hacendado Manuel Rodríguez Solís perdió su hija, Eulalia, quien fue secuestrada por el jefe rebelde Bernardino Cen.
Cuya dramática historia habría convertido esta hacienda en otro de los lugares embrujados de Yucatán.
Hacienda de Lepán, en Tecoh
La que fuera una imponente construcción es la Hacienda de Lepán, en Tecoh, posee una poderosa fuerza de atracción para los curiosos deseosos de escudriñar las energías que ahí se perciben.
Su dramática historia la vuelve enigmática, pues aseguran que ahí existe un misterio sin resolver.
Sus habitantes cuentan sobre un hombre que practicaba la brujería (que es la manipulación de voluntades mediante fuerzas sobrenaturales o supersticiosas) se enamoró de una muchacha que jamás correspondió sus sentimientos.
Así, herido en su orgullo, lanzó un hechizó contra todo el lugar para para que ocurrieran desgracias a todos los que habitaran la hacienda.
Hacienda de Lepan, otro de los lugares embrujados en Yucatán
Posteriormente, empezaron a ocurrir una cadena de eventos desafortunados, por lo que el capataz decidió matar a la joven y también al brujo, con el fin de alejar la maldición del lugar.
Tras acabar la época de oro del henequén la hacienda fue abandonada, pero los habitantes de Tecoh aseguran que cuando cae la noche, de vez en vez, un extraño viento recorre las calles.
Es el preludio a la aparición de un Uay Peek que merodea el sitio, y dicen que sería el brujo en el cuerpo de un animal.
Muchos dicen que su espíritu quedó atrapado en ese lugar y no logra trascender para lograr la salvación de su alma.
Otras personas narran que también vislumbran un espectro femenino deambulando por el lugar.
Dicen que la joven no se ha dado cuenta que ya esta muerta y vuelve en busca de sus familiares a los que nunca encuentra.
Casa de la Cristiandad, en Valladolid
A la Casa de la Cristiandad, en Valladolid, una edificación que ahora funciona como centro de actividades de la comunidad católica, la antecede una historia de tragedias.
Pues más de 40 años albergó un centro nocturno creado para el escape de vidas licenciosas y disipadas.
Se rumora que las bailarinas y meseras que ahí trabajaban se practicaban frecuentes abortos.
Además, hubo sonadas riñas, en tres diferentes ocasiones, donde asesinaron a varias personas al calor de las copas, las perversiones y los excesos.
El lugar fue denunciado porque lo tachaban como sitio de perdición. Finalmente dejó de funcionar como tal y lo abandonaron para donarlo a la iglesia.
Pero al ser epicentro de muertes trágicas en un ambiente “demoníaco”, como lo llamaban los pobladores, se relatan historias de espíritus que vagan sin hallar paz.
Algunas personas dicen que han visto incluso huellas de infantes, como si caminaran descalzos y hablan sobre la continuidad de la vida después de la muerte en paz o intranquilidad, según se haya vivido.
Así la Casa de la Cristiandad, en Valladolid, es otro de los lugares embrujados de Yucatán donde han registrado actividad paranormal, ruidos inexplicables, sombras y siluetas humanas.
Misnebalam, de los lugares embrujados en Yucatán: ¿existe vida después de la muerte?
Misnebalam fue una hacienda henequenera de estilo colonial que se localiza en la subcomisaría de Santa María Yaxché, en Mérida.
De esta que fue una acaudalada hacienda entre abundante vegetación de la que hoy sólo quedan vestigios y algunas maldiciones.
Su decadencia y abandono hasta convertirse en digno escenario de una película de terror está asociado a una historia de intrigas, traición y muerte en el apogeo del henequén yucateco.
La desgracia se remonta al siglo XX, cuando en 1921 fue asesinado don Fidencio G. Márquez.
En la Biblioteca Yucatanense obra la “Constancia judicial del atentado criminal cometida en la persona del Ingeniero don Fidencio G. Márquez, el 22 de octubre de 1921 en el camino que conduce a la Estación de San Ignacio a la Hacienda Misnebalam”.
Don Fidencio G. Márquez fue atacado por un grupo de sujetos que le tendió una emboscada y lo asesinó.
Muchos relatos coinciden en que desde esa funesta fecha, inició una espiral de días aciagos que terminó permeando en el ánimo de todos los lugareños que finalmente abandonaron este lugar.
Leyenda de un aparecido en Misnebalam
Sin embargo, también relatan que en realidad todos decidieron partir en los albores del presente siglo por la constante aparición del fantasma de un niño de nombre “Juliancito”.
El menor sufrió abuso por parte de un jornalero. El menor confesó al sacerdote de la capilla de la hacienda la vejación que sufrió, pero no pudo con el trauma y el dolor, así que finalmente se suicidó.
Se sabe que sus últimos habitantes abandonaron el pueblo en el año 2005 para escapar de ese sitio; pues muchos señalan que sobre Misnebalam pesa una maldición.
Aseguran que se percibe la presencia de espíritus en pena, dando origen a leyendas de apariciones sobrenaturales, ya que los últimos habitantes decían que veían al niño ‘Juliancito’ jugando en la zona, y también a don Fidencio.
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán/Mariana Pacheco