Manuel Espino propuso al Gobierno pactar con el crimen organizado
Manuel Espino, excomisionado del Servicio de Protección Federal, aseguró que su propuesta no es una ocurrencia y está probado que funciona
Manuel Espino, excomisionado del Servicio de Protección Federal (SPF), reveló que propuso a Adán Augusto López, secretario de Gobernación, que el Gobierno federal dialogue con los grupos criminales para lograr la pacificación del país.
En el Foro Internacional “Seguridad y Justicia por un México mejor”, realizado en el Senado de la república, el también exdirigente nacional del PAN aseguró que llegar a un acuerdo con el crimen organizado no fue una ocurrencia y está comprobado que da resultados.
Detalló que la propuesta llegó a varios líderes criminales, “y solamente recibí respuesta de dos: ‘Si esto se hace en México le entramos’. Estamos en esa tarea, no quiero abundar más porque luego me pueden acusar de indiscreto“.
Lo que quiero decir es que esas cosas dan resultados, me consta que dan resultados, lo vi en Ciudad Juárez, lo vi en El Salvador, lo vi en Colombia, República Dominicana”, manifestó.
Contó que trató además de convencer a López Hernández de que la estrategia de congelar cuentas y quitarle dinero a los criminales no es la correcta.
El dinero no es ni bueno ni malo. Le decía al secretario de Gobernación, el dinero tiene un efecto parecido al del tequila. El tequila no emborracha, se emborracha el pendejo (sic) que no sabe tomar el tequila. El dinero es así, ni bueno ni malo. Si ustedes insisten en perseguir y quitarles el dinero, mal”, comentó.
La propuesta también se la comentó a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, y al propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y le decía yo entonces al Presidente que no solamente no lo hemos logrado, sino que lo hemos empeorado. Hoy estamos peor que al principio en materia de seguridad y le ofrecí llevarle una propuesta y le dije que iba a hacer muy atrevida“, comentó.
Argumentó que se trató de aplicar un “criterio que hace años, no sé si todavía, la Iglesia le llamaba del segundo efecto, que aceptó consentir que para conseguir un bien mayor, consiento un mal menor, pero que me ayude a resolver lo peor”.
Y aquí tal vez el mal menor es dialogar y acordar con ellos y se puede, atendiendo sus intereses también, que los tienen”, manifestó.
Fuente: López Dóriga Digital