En el refugio de Yucalpetén hay peces muertos
La marea roja ya abarca todo el municipio, pues ayer viernes llegó a las costas de Chuburná.
Además, ayer mismo entró al puerto de abrigo de Yucalpetén, donde recalaron pulpos, langostas y peces muertos.
La mortandad de especies no tomó por sorpresa a los pescadores, pues varios recordaron que hace unos siete años los moluscos que huían de la marea roja subieron a las escolleras del refugio pesquero, donde los pescaron.
Ayer, varios pescadores con tarrayas y ganchos capturaron pulpos vivos, y observaron cómo en la dársena del puerto de abrigo entraban los peces vivos que, por las corrientes marinas, se dirigían al Sur y recalarían en el estero de Chelem.
Al opinar de la marea roja que entró al puerto de abrigo, el pescador Santiago Canul May, quien trabaja como velador de barcos pesqueros, dijo que los demonios andan sueltos en Yucalpetén, pues en el inicio de la pulpeada un barco se incendió y explotó, con saldo de un muerto.
Luego, el miércoles en la tarde un barco de casco de acero que era cortado se incendió, no hubo heridos, pero el fuego se pudo extender en los muelles pesqueros; fue controlado a tiempo por los bomberos, narró.
Otro caso es el del pescador que viajó en el (barco) “Xoch” y se cayó al mar, indicó.
Ahora la marea roja llegó al puerto de abrigo; avanza al Poniente y se acabaría al llegar a la zona de Punta Palmar, cerca de Celestún.
Debido a que la marea roja llegó ayer a las playas de Chuburná, los pescadores de pulpo zarparán hoy sábado a la zona de Punta Palmar para pescar pulpo, informó ayer Daniel Castro Narváez, permisionario pesquero.
Sisal y Celestún son los únicos puertos yucatecos donde no ha llegado la marea roja, que al llegar a Progreso terminó abrupta y anticipadamente las vacaciones de verano, que abarcan del 9 de julio al 28 de agosto.
En la playa del malecón, donde el mar se tiñó de rojo desde el domingo 14, ayer estuvo desolado y con pocos visitantes.
Brigadas municipales recorrieron ayer esa playa para enterrar los peces muertos que recalan.
Así se evita que la zona turística quede infestada y con pestilencia, pero llegan pocos paseantes porque no se pueden meter al mar.
Fuente: Diario de Yucatán
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