Un ciclón se llevaría el fenómeno natural de las costas, detalló el meteorólogo Juan Vázquez
La marea roja podría permanecer en la costa yucateca desde uno hasta cuatro meses, informó Juan Vázquez, meteorólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), con base en un estudio que realizaron para identificar la situación del fenómeno.
Para el análisis realizaron un mapeo visual desde Dzilam Bravo hasta Chuburná Puerto, detalló; sin embargo, desconocen la cantidad concentrada del fitoplancton –tema que corresponde al Comité de Vigilancia de Marea Roja– uno de los componentes presentes en la marea roja que, aunque el agua puede verse transparente, puede continuar con el contaminante.
Conforme lo que observaron, desde el punto de vista hidrometeorológico y oceanográfico, apunta que “este fenómeno puede durar de un mes hasta cuatro meses”; hasta ahora, dijo, el color está menos denso de Dzilam de Bravo hasta Telchac, mientras que de Telchac a Progreso se intensifica, indicando mayor cantidad de las algas.
La duración de este fenómeno, puntualizó, dependerá del alimento que tenga la marea roja en la zona de Xtampú hasta Progreso, pues allí hay casas de verano tienen descargas de aguas residuales hacia el mar de forma clandestina, expuso; lo único que podría llevarse este fenómeno sería un ciclón, señaló.
“El contaminante, definitivamente, es el principal papel que juega para esto y las corrientes oceánicas lo van desplazando; si no hubiera corrientes oceánicas, no hubiera viento, el contaminante se quedaría en el mismo lugar”.
Debido a que la corriente oceánica ocasionada por el viento mueve el agua de Este a Oeste, de Río Lagartos hacia Celestún; de Chetumal hacia Cancún y de Veracruz hasta Estados Unidos, prevé que la mancha continuará avanzando un kilómetro cada cuatro horas y, reiteró, incluso en donde el agua ya se ve transparente, las autoridades deberán hacer estudios para determinar si ya está limpia o no.
Lamentó que la costa de Yucatán carezca de tratamientos de aguas residuales, ocasionando la contaminación del agua con pesticidas, fertilizantes, heces fecales. “Está teniendo mucho alimento ahorita por las descargas de aguas residuales”.
“Nadie tiene plantas de tratamiento en las ciudades, toda el agua que usamos la depositamos en el subsuelo y está contaminando esa agua, todo esto se percola al acuífero y, al final, esa agua sale al mar”.
La mayor parte de esa agua, señaló, sale por Dzilam de Bravo, por lo cual allí de forma cíclica viven la marea roja porque el fitoplancton se altera y aparecen otras bacterias que se alimentan de oxígeno y provoca la mortandad de pescados y especies marinas.
Viendo las condiciones del agua, pidió a la población y vacacionistas dejar de meterse al mar, pues visibilizó que es un riesgo para la salud y dijo que durante sus recorridos observaron que la gente hizo caso omiso de las recomendaciones.
Fuente: La Jornada Maya/Cecilia Abreu