Ambos fueron encontrados en buen estado de salud, por lo que no fue requerida su atención hospitalaria
La actividad en altamar cerró el mes de octubre con el rescate de una embarcación ribereña de nombre “Zizar”, que se encontraba a la deriva con dos pescadores que zarparon en busca de sardina, que suele ser material tipo carnada por buques de la navegación mayor en Progreso.
Con la operación que resultó efectiva se deja atrás un mes que catastrófico para el gremio pesquero, pues ya se considera que este lapso ha sido el peor en cuestión de tragedias para Progreso, no solo este año sino también desde el 2020 cuando comenzó la pandemia de coronavirus.
Dichas acciones fueron llevadas a cabo por parte de la Secretaría de Marina a través de la Armada de México en funciones de guardia costera, por medio de personal adscrito a la Décimotercera Zona Naval que actuó a la brevedad luego de percatarse del suceso.
Cabe mencionar que para este hallazgo, fue factor importante el recorrido que realizaba la patrulla de vigilancia marítima de una unidad de superficie perteneciente a la Armada de México, la cual se encontraba cerca de las inmediaciones de la Terminal Remota del puerto.
Lo sorpresivo del caso se dio luego de que el personal naval vio la barca averiada y sin rumbo en medio de un fuerte oleaje, porque los pescadores solicitaron el auxilio a gritos, a pesar de que se encontraban en un área visible, gracias al movimiento que se tiene en el Muelle Fiscal.
Finalmente, se procedió a concentrar a ambos hombres de mar en la patrulla costera para llevarlos puerto de abrigo de Yucalpetén, donde en tierra recibieron atención y los primeros auxilios, aunque se descartaron lesiones o algún mal en alguno de ellos, por lo que no fue necesario su traslado a un nosocomio.
La barca fue atada a un navío militar para que también fuera devuelta a un lugar seguro en el puerto de abrigo. El traslado causó expectación entre otros navíos de navegación menor que se encontraban en la zona, pues, como dimos a conocer, apenas el viernes hubo también el rescate de un ribereño que se encontraba en calidad de náufrago.
Se averiguó que fue una obstrucción en el motor lo que originó que se quedaron atascados los ribereños, por lo que necesitarán invertir casi 10 mil pesos al llegar a su punto de atraque para volver a zarpar antes de que concluya la fiebre del pulpo, considerado el lapso de mayor auge económico para este sector.
Como se ha mencionado, el mes de octubre será difícil de olvidar para quienes laboran en el mar, ya que a tan solo tres días de comenzar este antepenúltimo mes del año se desencadenó un operativo de alto riesgo debido a que un buque de recreo se incendió en una de las marinas que se encuentran rumbo al puerto de Chelem.
Solo tres días después fue reportado Julio César Palma Maldonado, de 45 años de edad, como desaparecido. Fuentes cercanas al hombre de mar, especificaron que el tripulante en la embarcación “María del Carmen” fue bajado a trabajar después del almuerzo y cuando se fue a buscar, alrededor de las 19:00 horas del 6 de octubre, ya no estaba.
Una tercia de días después, un cadáver llegó en un barco de la flota “Pescamex”. Se informó que sel caso se trataba de un pescador que aún sin saber nadar se embarcó y cayó de la cubierta en medio de sus labores, registrando de esta manera una muerte más en la cuenta de la fiebre del pulpo.
Luego de dicha eventualidad macabra, se confirmó el quinto naufragio cuando se alzaron alarmas debido a que se desconocía el paradero de Jorge Armando Valle Herrera, de 56 años de edad, quien se embarcó en la primera quincena del mes de octubre en busca de mejorar su situación económica.
En los últimos días, otra tragedia que sacudió a este sector se tuvo cuando el barco “Esfuerzos Obreros” tuvo que retornar cuando emergió del agua Juan Hernández Chan, de 32 años de edad, pues mostraba signos de tener un paro cardiorrespiratorio. Para su fortuna, logró salvar la vida y poder contar el suceso a futuro.
Fuentes: Por Esto