Actualmente solo 33 anexos están siendo vigilados y se encuentran operando junto con dependencias del gobierno.
En Quintana Roo hay al menos 130 granjas, residencias o anexos, para curar adicciones, de las cuales solamente 33 están siendo vigiladas y operando, junto con dependencias del gobierno del estado.
Francisco Bonneta, Comisionado contra las adicciones en la entidad, dió a conocer que junto con autoridades de la Fiscalía General del Estado, se analiza realizar operativos de verificación, para conocer el funcionamiento de estos sitios. Durante este 2025, la FGE ha recibido tres denuncias sobre el tema, y solo cuando existe una queja formal,se podrá proceder al respecto.
Indicó que solamente 33 se encuentran ya trabajando en un proceso de profesionalización, junto con autoridades estatales que brindan asesoría para implementar la normativa y el manejo de estos sitios.
Se busca que los municipios cuenten con una política pública, como se hace en casos de Protección Civil, para expedir una licencia de funcionamiento. Esto, ayudará también, a conformar un directorio o padrón de este tipo de establecimientos. A nivel nacional, solamente del 8 al 10 por ciento de estos lugares están reconocidos por las autoridades, y llevan terapias, con especialistas, tal cómo promocionan sus servicios.
La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasma) reveló, que hasta 2024, en todo México, había 193 centros de rehabilitación certificados y registrados, pero ninguno se encuentra en Quintana Roo.
Además, muchos anexos, utilizan el logotipo de Alcohólicos Anónimos, sin embargo la agrupación se ha deslindado, pues afirman que no cuentan con ningún anexo, ni centro de rehabilitación. En la Central Mexicana, no se cobran cuotas, ni se realizan retiros o haciendas, y mucho menos, sesionan por la madrugada, cómo sucede en diversas agrupaciones que se ubican en la ciudad.
En redes sociales se promocionan más de 20 centros de rehabilitación, anexos y clínicas privadas. Algunas ofrecen servicios gratuitos, pero la mayoría cobra tarifas. Entre las opciones más económicas, los costos oscilan entre 600 y dos mil 500 pesos por un semestre de rehabilitación, mientras que en clínicas privadas los precios pueden alcanzar hasta 250 mil pesos.
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Fuente: Novedades Quintana Roo