Más de 130 jóvenes voluntarios de Yucatán, Guadalajara y Ciudad de México y Estado de México apoyaron durante los tres días del congreso
Una vez concluido el Congreso Internacional de las Familias (CIFAM), empieza el verdadero trabajo, el reto es llevar a casa todo lo aprendido durante las conferencias “este congreso no termina hoy aquí, sino que comienza como una semilla que ha de fecundar las relaciones
familiares y nuestro entorno. El mundo parece a veces inhóspito o árido, pero nosotros tenemos, a través de la familia, el poder de la transformación”, así lo resaltó Marcela Achach, coordinadora operativa del CIFAM Guadalajara.
Agregó que durante el congreso se abordó el contexto complejo en que viven las familias el día de hoy, de la importancia de la armonía en la familia y lo que aporta a sus integrantes y a la sociedad. “Nos propusieron
fortalecer el vínculo familiar para enfrentar el cambio de época y tratar de entender la función insustituible de la familia para el desarrollo y la paz”, dijo.
En el mismo CIFAM, se ofrecieron ideas, herramientas y experiencias para fortalecer a los matrimonios, para educar mejor, para crecer en familia, para enfrentar la realidad cuando las cosas no salen como esperábamos.
Alejandro Caseres, Coordinador de Voluntarios del CIFAM, resaltó la importancia del Pacto Mérida como inicio de lo que viene después de este gran congreso. “Como jóvenes nos comprometemos a trabajar por el fortalecimiento de las familias de nuestro país, para que sean lo que están llamadas a ser: el lugardonde todos nos sintamos amados, aceptados y seguros; donde se cuide la salud física, mental, emocional y espiritual de cada uno; y se facilite e impulse a alcanzar las metas personales y a crecer juntos de manera integral”, resaltó.
Invitó a la ciudadanía yucateca para que cada uno desde su responsabilidad, fortalezca a las familias, “procuremos desarrollar las capacidades y virtudes necesarias, aplicar las herramientas que nos ayuden a mejorar y, acompañarnos mutuamente con espíritu de servicio y perdón, ante los innumerables desafíos que la vida nos presenta”, dijo.
En su turno Ixchel Cervantes, coordinadora del programa de niños, resalto que el abandono es la gran herida de la infancia en México, que desde los cuatro años los menores expresan sentimientos de abandono. «La gran herida de los niños en México es el abandono de sus padres. Es fundamental escucharlos, abrazarlos, detenerlos y con mucha paciencia formarlos». A través del arte, los niños manifestaron sus emociones y vivencias, lo que se convierte en un proceso terapéutico que ayuda a sanar y fortalecer la unión familiar”, resaltó.
Es importante resaltar que, por primera vez se desarrolla un programa especialmente para niños, con actividades y talleres que permitieron a los menores de entre 4 y 11 años de edad aprender de manera didáctica la importancia y el valor de la Familia. “Durante los 3 días que duró el CIFAM, tuvimos más de 500 niños entre 4 a 11 años de edad participaron en las diferentes actividades”, destacó.
Por su parte Ilis Sandoval, Coordinadora del Programa de Adolescentes, subrayó que muchos jóvenes enfrentan heridas auto infligidas, conflictos relacionados con su identidad, problemas alimenticios y depresión. «Mucha de esta información sobre suicidio tiene raíz en heridas intra familiares y espirituales. La suma de todas estas heridas genera un impacto profundo en los adolescentes. Es crucial brindarles herramientas para que se sientan fuertes y puedan afrontar los desafíos con el apoyo de su familia”.
Agregó que, en esta etapa de la vida, el trabajo en equipo y en familia ayuda mucho a los niños, adolescentes y jóvenes a salir adelante en sus dificultades. Marcela Achach, dio a conocer que se registraron 5 mil 5831 participantes presenciales al Congreso Internacional de las Familias Mérida 2025, y durante la clausura del CIFAM se reportó que 3 millones 180 mil 629 personas siguieron, interactuaron o vieron los contenidos del Congreso entre el viernes 14 al domingo 16 de marzo.
10 mil 663 personas siguieron a distancia (vía streaming) las conferencias de este congreso, más de 130 jóvenes voluntarios de Yucatán, Guadalajara y Ciudad de México y Estado de México apoyaron ininterrumpidamente todas las actividades de los programas y talleres general, adolescentes, jóvenes, áreas de niños y salas de escucha.
“A partir de ahora lo que sigue es centrarnos en el proyecto más importante de nuestras vidas en común: nuestra propia familia; darnos la oportunidad de pensar, compartir, planear juntos, poner los medios para construir la familia que queremos. No va a hacer fácil, pero podemos volver de cuando en cuanto al autodiagnóstico que nos propusieron en el CIFAM para seguir mejorando en familia”, destacó.
Redacción Yucatánalamano
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