Masacre en barrio chino de Ecuador: Fiscalía investiga quién está detrás de matanza que dejó 7 muertos

Este sábado 21 de octubre, siete personas resultaron muertas y tres heridas durante un tiroteo en la provincia costera de Guayas, Ecuador.

La Fiscalía de Ecuador anunció, este domingo 22 de octubre, que abrirá una investigación por la masacre ocurrida en el llamado Barrio chino, del municipio de Yaguachi, en la provincia costera de Guayas, una de las zonas más afectadas por la violencia criminal que se abate desde hace unos dos años en el país.

El Ministerio Público indicó que ha abierto de oficio la indagación previa por el tiroteo que dejó siete personas muertas y tres heridas, ello, a través de un mensaje en su red X (antes Twitter).

La Fiscalía “abrió -de oficio- una investigación previa por la muerte de 7 personas y 3 heridos, resultado de un enfrentamiento armado la noche de este sábado en el Barrio Chino”, señaló la fuente en la red social.

Además, indicó que se han levantado indicios balísticos y se ha ordenado el levantamiento de los cadáveres en la escena del crimen.

La provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, es una de las más castigadas por la violencia criminal que afecta al país, donde también han proliferado casos de extorsión, sicariato (crimen por encargo), secuestros y otro tipo de delitos.

Según el Observatorio de Seguridad Humana, las cifras en Ecuador son impactantes, ya que el país cerró 2022 con más de 26 homicidios por cada 100 mil habitantes, indicador que podría crecer a 40 en 2023 de acuerdo al criterio de varios expertos.

En ciudades como Guayaquil y Esmeraldas las tasas son “alarmantes” y en la primera de ellas el índice llegó a 47.77 homicidios por cada 100 mil habitantes; mientras que en la segunda trepó a 139.07, lo que le ubica entre los tres lugares más violentos del mundo, según cifras citadas por el Observatorio.

Las autoridades ecuatorianas han atribuido el auge de la violencia al accionar de bandas del crimen organizado ligadas al narcotráfico internacional.

Nota original aquí

Fuente: El Financiero