sábado, noviembre 9

Matrimonios se desploman 21%, divorcios se disparan 65%

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Mientras las uniones conyugales tocan su piso histórico, las separaciones rebasan su tope. En la última década, la falta de acuerdos y el individualismo aceleraron esta situación.

La crisis del amor tocó fondo. Mientras los matrimonios surcan su piso histórico –menos de 500 mil en los últimos dos años–, los divorcios merodean un techo de 150 mil separaciones anuales desde hace un lustro. Los especialistas aseguran que la falta de acuerdos en la pareja y el individualismo han acelerado las rupturas en la última década.

Después de nueve años de noviazgo, Alejandra y Roberto decidieron formalizar su relación ante la ley, pero la pandemia se interpuso. Tuvieron que modificar la fecha de su boda en tres ocasiones hasta que por fin pudieron casarse en abril de este año.

Entre su círculo de amigos y conocidos ellos son la excepción y no la regla. “Muchas amigas estaban emocionadas con nuestra boda porque decían que probablemente sería la única boda entre nuestro grupo”.
Y es que los matrimonios en México se han reducido en un 20.6 por ciento en los últimos diez años, pues pasaron de 571 mil bodas en 2011 a 453 mil durante 2021, es decir, 118 mil uniones menos en una década, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En contraste, los divorcios se dispararon 64.8 por ciento en ese mismo periodo, al saltar de 91 mil a 150 mil, según datos oficiales.

Tal es el caso de Gabriela y Luis, quienes, tras cuatro años de matrimonio, un hijo en común y muchas sesiones de terapia pusieron fin a su relación. “Hice todo lo que pude, agoté todos los recursos, pero tuve que aceptar que no había solución. Vi las señales y las ignoré, pensé que podía cambiarlo. Me casé por todas las razones equivocadas. No lo vi como un matrimonio, lo vi como un proyecto y me salió mal”.

Bodas en declive

Si bien las cifras de uniones conyugales aumentaron y descendieron entre 2011 y 2013, las bodas declinaron de manera progresiva desde 2014, con un promedio de entre 15 y 30 mil uniones menos por año, con excepción del periodo más duro de la pandemia, cuando se registraron 169 mil matrimonios menos con respecto al año anterior.

De acuerdo con dichas cifras, en 2014 hubo 578 mil matrimonios, 558 mil en 2015, 544 mil en 2016, 529 mil en 2017, 501 mil en 2018, 505 mil en 2019 y, en 2020, apenas 336 mil.

Por otro lado, se observa que los matrimonios son más comunes (más de 70 por cada 10 mil habitantes) en estados del norte, como Sinaloa, Sonora, Chihuahua o Durango.

Las entidades con menor número de bodas (menos de 40 por cada 10 mil habitantes) son localidades consideradas como modernas y/o urbanizadas, tales como la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo.

Para los especialistas, las razones por las que en México la gente decide ya no casarse pueden ser variadas, aunque una de las principales es el cambio en la posición social de la mujer, explica Carlos Welti, sociólogo especialista en la familia.

“En el pasado la mujer jugaba un solo rol, el de ser mamá y esposa. En este sentido, el matrimonio les daba la posibilidad de salir de sus casas y tener bienestar económico, pero al empezar a tener acceso a la educación esto cambió radicalmente. La mujer pudo salir a trabajar y generar sus propios recursos y ya no tenían que casarse para poder tener un bienestar económico”.
De acuerdo con cifras del Inegi, en 2000 la edad promedio para contraer matrimonio era de 26 años para los hombres y 23 para las mujeres, mientras que en 2021 dicha edad es de 32 años para los hombres y 31 para las mujeres, lo cual representa un aumento de 6 años para los hombres 8 años para las mujeres.

Divorcios por las nubes

El año con más cantidad de divorcios fue 2019, cuando se llevaron a cabo un total de 160 mil. La cifra se redujo drásticamente durante 2020 (año de la pandemia), periodo en el que se registraron tan solo 93 mil separaciones; sin embargo, tan sólo un año después, la cifra volvió a elevarse de manera considerable llegando a los 150 mil.

De acuerdo con las cifras del Inegi, en 2011, por cada 100 matrimonios hubo 16 divorcios, en 2015 esta cifra se elevó a más de 20 separaciones y en 2019, por cada 100 matrimonios se registraron 32 divorcios. En 2020 la cifra disminuyó a 28 debido a la pandemia; sin embargo, en 2021 se incrementaron de nuevo pasando a 32 por cada 100 matrimonios.

Se estima que 31 por ciento de las parejas duraron 20 años o más de casados, y que la edad promedio de divorcios es de 40 años para mujeres y 42 para los hombres.

Pero ¿qué es lo que motiva a las parejas a tomar caminos separados? Para la terapeuta de pareja Harumi Chong, los problemas de las parejas es que pocos saben negociar o que piensan que los acuerdos del principio de su relación siguen siendo válidos incluso años después.

“Las parejas no son entes estáticos y las reglas, normas y acuerdos se tienen que ir actualizando, las parejas no pueden usar por siempre los mismos acuerdos de cuando se casaron. Los matrimonios o uniones conyugales con más problemas suelen añorar los primeros años de relación, los de la etapa de enamoramiento”.
Chong explica que los cónyuges suelen confundir este desajuste con características negativas de la pareja. A veces llegan y señalan “es que nunca me ayudó”, pero muchas veces es porque nunca se habló sobre la repartición de labores domésticas o de crianza. “Si la persona no dio lo que esperábamos pensamos que el negativo es el otro, aunque muchas veces no es la persona sino los malos acuerdos que hacemos”, comenta.

“Lo que tratamos de hacer en terapia es que recuerden y rescaten qué era lo valioso de la relación al inicio y cómo eso se puede insertar en la vida que llevan actualmente; sin embargo, muchas veces es difícil cuando hay viejos resentimientos que no permiten a las parejas renegociar”.
Por otro lado, la especialista observa en las parejas actuales un incremento del individualismo en las personas. “Muchas veces los deseos personales interfieren en la dinámica de pareja. Si bien cada uno tiene sus sueños y anhelos personales estos deben coincidir con el proyecto de pareja para que pueda funcionar. Cuando hay demasiado individuo y poca pareja es cuando empiezan los problemas ya que comienzan a enfocarse en sus sueños individuales y descuidan el proyecto en común”.

 

Fuentes: Milenio.

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